CRISTO, SEÑOR DE LA NOCHE
Cristo, Señor de la noche,
que disipas las tinieblas:
mientras los cuerpos reposan,
se tú nuestro centinela. ...
.
Después de tanta fatiga,
después de tanta dureza,
acógenos en tus brazos
y danos noche serena.
.
Si nuestros ojos se duermen,
que el alma esté siempre en vela;
en paz cierra nuestros párpados
para que cesen las penas.
.
Y que al despuntar el alba,
otra vez con fuerzas nuevas,
te demos gracias, oh Cristo,
por la vida que comienza.
Amén.
Sentida poesía
ResponderEliminarhola guapa que razon tienes con lo que as escrito en el comentario y que pena da verdad pero lo llevamos en el corazon no se olvidan nunca aunque piense la gente otra cosa un besito y hasta pronto ya que con esto del curso de cocina apenas tengo tiempo
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