El pasado Miércoles 13 de febrero 2013 a las 17:30 h. se celebró en la Iglesia Parroquial de San Mateo la imposición de la ceniza para los niños de catequesis.
Miércoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma
La
Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración,
penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del
corazón.
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D. Manuel Casado en una breve y concisa homilia habla a los niños
Con la
imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente
relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el
Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
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Todos con las manos alzadas rezamos Padre Nuestro
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo
Cuando
el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar,
de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impuso a los niños y a los
adultos que los acompañaban
“Arrepiéntete
y cree en el Evangelio”
Fue especialmente emotivo bajar la calle Mestanza y verla llena de niños que iban junto a sus catequistas para la imposición de la Ceniza.
Como catequista iba explicando calla abajo que celebrábamos y para que nos preparábamos. Mis niños respondieron "Ya nos lo ha explicado la seño de religión", y es que tenemos la suerte de tenerla a ella allanando el camino del catequista.
Origen
de la costumbre
Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún
sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de
conversión de su mala vida a una vida con Dios.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el
Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza
y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito
penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los
cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas
al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen
quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos
recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a
recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de
ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a
morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo
material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en
nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida,
sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos
los hombres.
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