No puedo presentarme porque aún no tengo nombre, deben elegir uno para mí. Esto que os cuento se borrará de mi mente, una experiencia inolvidable.
Me sentía mareado, algo ocurría, sentí una fuerza que trataba de expulsarme del lugar que había sido mi casa durante mucho tiempo, algo a mi alrededor estaba cambiando. Notaba como algo me empujaba y me hacía moverme, sin saber cómo dejaba mi mundo, algo totalmente diferente, un lugar desconocido se abría ante mí de repente. Un ligero dolor en la cabeza, mi corazón se agitaba y parecía faltarme el oxigeno; primero, saqué la cabeza y luego el hombro anterior, después el hombro posterior y, por último, el resto del cuerpo. De repente pude ver una intensa luz que me cegó, retumbaron mis oídos, algo estridente me hizo temblar. Voces desconocidas que hablaban de peso y medidas… roces en mi cuerpo me desnudaban, sentía un gran vacío.
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Poco a poco me fui acostumbrando a esa luz y a esos sonidos, dejando de parecerme tan espantosos. No paraban de moverme de aquí para allá, sentí mucho miedo, de mi boca comenzaron a salir sonidos que yo no controlaba ¡estaba llorando!
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Más tarde noté el calor de unos manos, unos brazos que me apretaban, reconocí su voz , era ella, ya no tuve miedo, algo dentro de mí me hacía notar que ya todo iría bien, estaba en los brazos de mi madre. Cuando terminé de abrir los ojos, entre borrones, vi sus ojos, su mirada de fascinación, su dedo rozaba mi piel suavemente. Qué caldeado estaba, de pronto algo rozo mi boca, busqué y dejé de sentir hambre. Estaba tan bien en aquel momento que había merecido la pena pasar por ese trance y descubrir ese nuevo mundo.
Más tarde noté el calor de unos manos, unos brazos que me apretaban, reconocí su voz , era ella, ya no tuve miedo, algo dentro de mí me hacía notar que ya todo iría bien, estaba en los brazos de mi madre. Cuando terminé de abrir los ojos, entre borrones, vi sus ojos, su mirada de fascinación, su dedo rozaba mi piel suavemente. Qué caldeado estaba, de pronto algo rozo mi boca, busqué y dejé de sentir hambre. Estaba tan bien en aquel momento que había merecido la pena pasar por ese trance y descubrir ese nuevo mundo.
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Tenía mucha gente a mi alrededor, me miraban y examinaban, gesticulaban y me decían cosas que no entendía.
Tenía mucha gente a mi alrededor, me miraban y examinaban, gesticulaban y me decían cosas que no entendía.
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Con el paso del tiempo la luz cada vez fue más hermosa, el sol daba en mis piernas todas las mañanas en el paseo que mamá me daba a diario por el parque, el viento me hacía conquillitas en la cara, me encantaba ese momento del día. No volví a pasar hambre, mamá siempre estaba pendiente de mí y enseguida que lloraba me acariciaba y consolaba. Aveces la notaba cansada pero sonreía, ella siempre sonreía.
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De repente noté que todo estaba oscuro de nuevo, no había luz, brisa ni abrazos, aún no he nacido.
Mi vida empezó hace poquito y tengo que esperar unos meses. Dicen que el feto no es todavía una persona humana, pero tampoco soy una cosa, estoy creciendo y me gustaría vivir, tendría una vida y moriría algún día.
Escucho algo sobre que no es el momento. No sé por qué siento angustia, confusión y miedo. Si yo fuese mayor cuidaría de ti mamá, y no estarías asustada como ahora, pero aún no soy tan pequeño. Quisiera gritarte muy fuerte ¡mamá no tengas miedo! acariciarte la cara como tú lo hacías en ese sueño. Pero no me escuchas, no puedes, mi voz es tan débil, incluso puede que no tenga voz.
Si alguien me escucha y puede llevarle este mensaje ¡por favor que lo haga! Decidle que todo puede ir bien y que yo le daré todo mi amor, todas mis sonrisas, mis abrazos. Con en esto de Internet todo es posible quizás le llegue este mensaje.
MAMÁ TE QUIERO,
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