miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Castillo de Burgalimar -Bury al -Hamma - Burch al Hammam

Estamos en el Cerro del Cueto
Junto con la Calera es uno de los dos cerros sobre los que se eleva el núcleo urbano de Baños de la Encina. En su cima se constata la primera ocupación humana de todo el entrono; podemos subrayar que lleva 5000 años oleando el horizonte.
Historia
Burgalimar del árabe Bury al-Hamma "Castillo de baños"
La primera ocupación de este espacio de remonta a la Edad del Cobre. Ejercía el control de la mina de cobre del Polígono-Contraminas, a pie del vecino cerro del Gólgota, extrayendo su mineral.
Así mismo encontramos en el interior del castillo restos de estructuras murarías de la Edad de Bronce y de la cultura Íbera, que también tienen continuidad fuera de sus muros. Roma plantó un mausoleo funerario, a modo de Templo, en la corona artificialmente amesetada de su cota más elevada.
Heredero de clásicas fortalezas bizantinas, que tuvieran su predecesor en los campamentos de Roma, es quizás su mejor testigo en toda Europa.
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De rara forma ovulada – adaptándose a las curva de nivel del cerro- y Tavihya como principal componente (cal, chino de rió, tierra y agua) está formado por quince torres cuadradas que avanzan desde el lienzo de muralla.
Sobre la meseta central se sitúan los aljibes, dos naves abovedadas excavadas en la roca y cerrada con ladrillo. Los muros laterales están construidos con la técnica del "opus signium" para evitar filtraciones del agua embalsada
En su interior presenta una complicada urbanística de época almohade (siglo XII) que, ya bajo control castellano, es alterada mediante la construcción de un reducido y bien definido castillete o alcazarejo. Paralelamente, se reviste de piedra la Torre del homenaje o Almena Gorda.


El castillo de barro
La Tabiyya como técnica constructiva
Descripción
Tierra roja libre de materia orgánica, chino de río, cal como aglutinante y agua en formula mágica que ha permitido que este coloso después de muchos siglos, siga perfectamente en pie.
Sobre el nivel del suelo, donde aparece un hormigón muy rico en piedra de considerable tamaño que nivela la superficie, se van elevando sucesivas hiladas de este mortero, denominado por los musulmanes Tabiyya o tapial. En realidad no es otro material que el "opus caementiúum" heredado de la arquitectura romana. En cada hilada de mortero o encofrado a modo de cajón sin fondo ni tapa, que medía dos codos de altura y entre cuatro y seis codos de longitud (el codo equivale a 42 centímetros). Entre hiladas, se situaban pequeña maderas (agujas) que sostenían el encofrado de maderas y que, al pudrirse, funcionaba a modo de junta de dilatación. Podemos apreciar la huella que dejaron estos maderos en la sucesión de agujeros o mechinales que surcan todos los muros del castillo. El cajón se ayudaba de otros elementos complementarios; como el costal o vara vertical que evita que los cajones se abrieran. El material se vertía en tandas, que eran apelmazadas con un pesado pisón de madera. Acabados los muros, se remataban con un enlucido rico en cal decorado con elementos vegetales muy esquemáticos, que protegía de las inclemencias meteorológicas.

EL CASTILLO DE BAÑOS CEMENTERIO DESDE

1830, se inician los enterramientos en el Castillo de Baños y se mantuvo hasta 1928, casi 100 años.

Con motivo del Milenario se limpió el Castillo y se trasladaron los restos, que había a la vista al cementerio municipal

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