Emociones
Hoy fue un día muy especial, emociones que deseo compartir con todos vosotros.
Un domingo cualquiera donde te levantas y vas con unos mínimos, no deseas que
sea la rutina de lo domestico lo que reine en un domingo. De pronto me detengo
y un impulso me lleva hasta la puerta de un mueble en el salón, allí permanecen
esperando todo un año, no suelo abrir esa puerta; es día ocho de diciembre,
estas figuras como dormidas cobraran vida. Un gran deseo me invade, color,
necesito algo que me llene de impulso. Busco y consigo ese rojo que le dará
fuerza a mi Belén. El rojo me aporta también confianza en mí misma, coraje y
una actitud optimista ante la vida.
Es tarde voy muy justa para llegar a misa de doce. Saludo al Señor al llegar y
buscando en el silencio tan ansiado me encuentro con Él. Manuela se acerca
caminando despacio con un recado “D. Luis dice que te sientes con los niños” Es
algo que te distrae un poco y piensa hoy la misa… pero…
Es especial muy especial, un bautizo siempre es especial. HAY ALGO MÁS. Algo inesperado
va a ocurrir y mi corazón bombea con fuerza. Un bañusco recibirá su primera
comunión, creo que es de mi edad, tiene síndrome de Down. Todo el templo se
sobrecoge y cuesta retener las lágrimas; y vi a Dios en su rostro y me recordó
que lo más cotidiano es tan valioso que si fuésemos verdaderamente conscientes
de lo que poseemos no pararíamos de dar gracias todo el día. Y vi a Dios en sus
ojos de contento cuando miraba con sorpresa el altar, y recibió al Señor, el
sacerdote le abrazo fuerte; cuando le abrace yo para darle la enhorabuena note
como era muy feliz. Hoy decidí que la oscuridad no vivirá a mi lado mientras
pueda luchar en cada pequeña cosa. Cuando felicité a su familia me comentaron
que nunca pensaron en esto ¡cómo no fue al colegio! Gracias PATER por llenarnos
de esperanza y abrir nuestros ojos, porque somos ciegos y no vemos.
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