CRISTO, SEÑOR DE LA NOCHE
Cristo, Señor de la noche,
que disipas las tinieblas:
mientras los cuerpos reposan,
se tú nuestro centinela. ...
.
Después de tanta fatiga,
después de tanta dureza,
acógenos en tus brazos
y danos noche serena.
.
Si nuestros ojos se duermen,
que el alma esté siempre en vela;
en paz cierra nuestros párpados
para que cesen las penas.
.
Y que al despuntar el alba,
otra vez con fuerzas nuevas,
te demos gracias, oh Cristo,
por la vida que comienza.
Amén.
2 comentarios:
Sentida poesía
hola guapa que razon tienes con lo que as escrito en el comentario y que pena da verdad pero lo llevamos en el corazon no se olvidan nunca aunque piense la gente otra cosa un besito y hasta pronto ya que con esto del curso de cocina apenas tengo tiempo
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