Cuando se pone amor y empeño, Plaza Baños por la paz BAÑOS DE LA ENCINA

Totalmente enamorada de esta VILLA, sus monumentos y casas señoriales. Pero tenemos las nuevas plazas y calles y debemos cuidar con esmero para que la solera no se pierda por estos lugares. Estamos en la PLAZA BAÑOS POR LA PAZ, hace unos meses tuve una cruzada un tanto quijotesca.  Quizás una pertinacia o una razón de tan poco peso que pudo parecer ataque a esta nuestra corporación. Uno de los tiestos de los pequeños arbolitos de la plaza se rompió y no era repuesto. Líbreme Dios de hacer batalla contra los míos, pero no podía callar que ella se moría,  cada cual tiene sus derechos y deberes y  aquella planta era parte de nosotros y de nuestro entorno al que tenemos que cuidar entre todos.  

Tenía y tengo como adoptiva a quien dejaron en mi puerta, era de todos y para todos. Un poquito de agua y abono no es nada y es mucho si se le deniega a quien lo necesita para vivir. El viento celoso de su belleza la empujo destrozando su vestido, entonces comenzó a dolerme su desaliño y la imagen que daba de desamparo  Con ironía no lo voy a negar hice una entrada demandado lo que tanto necesitaba, quizás era lo único gracias a Dios  le había pedido a este ayuntamiento, no era para mí, era para el pueblo ya que en mi casa cuando se rompe un tiesto ya lo repongo yo faltaría más. Tuve unos comentarios que decían que era mal intencionada, pero yo muy consciente de que Internet tiene su poder hablé o grité reivindicando algo que por boca no se solucionaba, también pensaron que iba contra el jardinero, por favor si es un Ángel, que puede hacer el que no dispone sino le mandan, para nada ni contra él ni contra nadie, pero gritaba eso sí.

Cuando se puso el remedio, un simple tiesto, bueno se repusieron los 6 de la plaza para decir verdad, para que todas fuesen iguales y al tener más base no las volcase el viento, ésta ya estaba casi muerta, tantos días de frío incluso heló.

También de sembró con rosales y seto el centro de la plaza.  La maceta con mucho cuidado y espero fue mejorando y  todo lo que yermo estaba

Hoy después de un veranos de mucho calor así se encuentra, lleno de rosas rojas, blancas, y amarillas

Y la maceta por la que luché  está llena de flores y llena de vida

Y es que cuando se lucha por algo que está a punto de morir y se consigue que continúe queda una alegría interior grande.

El pueblo es de todos y todos debemos cuidar nuestro entorno, porque todas las cosas pequeñas hacen grande a un pueblo