jueves, 29 de enero de 2009


SÁBADO NOCHE


Me llamo Ana Ortiz. Para mí, escribir en este blog es una forma estupenda de opinar, crear relatos, poesía, con la única finalidad de compartir con los demás, sentimientos y preocupaciones.
Quería escribir algo, nada venía a mi imaginación. Esto lo comenté con mi amiga María, ella me dijo: si yo pudiera expresar mis sentimientos cuando se habla en cualquier programa de televisión del índice de mortalidad en las carreteras por consumo de alcohol, tendrías el tema. María continuó diciendo: cuando están hablando yo siento que mi corazón late con más fuerza y la intranquilidad se refleja en mi rostro; mi hijo me mira y sonríe tímidamente, con voz suave me dice, madre sabes que yo no bebo. Lo sé, es cierto, jamás ha bebido, es un chico prudente cumplidor de toda norma. Sus amigos lo llaman don abstemio, los fines de semana siempre conduce él. Extrañada yo le dije: ¿Qué te inquieta? A ti no tiene que preocuparte ese tema, y ella con gesto de incredulidad y enfado me respondió: no lo entiendes, mi hijo no bebe, pero cuando sale no está seguro, las carreteras son un hervidero de coches con individuos en su interior, unos prudentes, otros no tanto, y auténticos locos circulan repletos de alcohol, basta que uno de éstos se cruce en su camino, ¡no depende de él! No siempre está en sus manos.
La comprendí enseguida, de nada servía la prudencia de uno ante la imprudencia de otros. Me miró fijamente a los ojos y me dijo: podrías contar en esos párrafos cómo se siente una madre un sábado por la noche cuando sale su hijo, yo asentí con un movimiento de cabeza. Se sentó en el sillón, cerró los ojos un instante y con voz serena María comenzó su narración.
El sábado Roberto comienza a arreglarse a las diez de la noche. Cuando sale del baño una fragancia fresca inunda toda la casa, se dirige hacia mí y me besa suavemente en la mejilla, yo sin quererlo pienso que pudiera ser su último beso y me siento morir. No me esperes levantada, vendré tarde me dice, coge las llaves y sale. Ahí comienza el calvario de todos los sábados. Me acuesto tarde ya que la noche será larga. El reloj parece detenerse, con la mirada clavada en sus manecillas creo que no lo dejo avanzar, las horas pasan lentamente, la noche parece no tener prisa jactándose de ser joven, y yo impaciente, maldigo la noche que me hiela el alma. La tímida claridad entra por mi ventana, llegó el día, ¿Me habré dormido y no lo escuché entrar? Me pregunto confusa. Me levanto sigilosa asomándome a su cuarto ¡está vacío! El potente latido de mi corazón parece no dejarme oír nada cuando él llegue. Me vuelvo a echar en la cama, no quiero que me encuentre levantada. Son las siete de la mañana y escucho detenerse un coche ¡por fin llega! es él, escucho con satisfacción el ruido de la llave al entrar en la cerradura de casa, como abre con suavidad la puerta, sus pasos descalzos para no despertarme, y por fin llega hasta su habitación y cierra la puerta apenas sin ruido. Yo siempre finjo estar dormida, respiro hondo, balbuceando una oración y doy gracias por su regreso. Intento conciliar el sueño, el desvelo se ha apoderado de mí, la noche ha sido muy larga, en el transcurso de ésta imaginé dantescas escenas, los últimos minutos fueron inaguantables, por fin me vence el sueño.
Esto se repetirá una semana tras otra, y yo seguiré pensando que mi hijo no está seguro. Estuvimos unos instantes las dos sin decir nada, el silencio fue roto por Roberto que llegaba del trabajo preguntándome por mi hija Ana, que está sacándose el carné de conducir, bien le dije está muy ilusionada. En aquel momento sentí que muy pronto yo sería también como María. Levantándome apresuradamente le dije: lo contaré exactamente como tú lo has dicho, serás la protagonista. Y así lo he hecho.
El exceso de consumo de alcohol produce el 33% de los accidentes mortales, siendo por tanto una de las lacras más importantes de la carretera. Para muchos padres es un auténtico sufrimiento la salida de sus hijos sin poder hacer otra cosa que aconsejar y esperar.

Mi mensaje sería este:
¿Piensas en ti? Piensa en mí
Cuando bebes pones en peligro a los demás.

Ana Ortiz Rodríguez

lunes, 26 de enero de 2009

ETERNAMENTE INVIERNO


Poniéndome en tu piel, mi querida Josefina





ETERNAMENTE INVIERNO

Cuándo terminará el duelo que sin querer quiero,

por dentro me siento herida mutilada…

Percibo vuestra presencia.

No quiero mirar el sol radiante,

su luz no penetra bajo la tierra,

¡finca infecunda, insensible!

reuniste allí mis amores.

Si olvido os destierro,

os sigo amando y muero.

Anhelo ser madre entera.

Amante en las dulces noches que

en invierno siempre eran primaveras.

Se agotaron mis lágrimas

perpetuo huésped la pena

que sin querer quiero

y ahora es mi compañera.

Sé que no puedo ver

tu luz que me ilumina,

sólo veo mi oscuridad

y sin querer yo quiero,

yo quiero ser primavera.


Ana Ortiz Rodríguez





sábado, 24 de enero de 2009


Centro de Educación de Adultos "Tamujoso" de Baños de la Encina. Un lugar donde te sientes como en tu casa, gracias a las personas que trabajan allí.

El curso 2007-2008 fue un curso con muchas actividades: Cultura general, Graduado en E.S.O, Curso de Cocina, Informática,Viajes, I Encuentro de Centros...

Nuestra querida profesora Victoria fue la encargada de impartir el curso de cocina este año. Una estupenda profesora y cocinera, las clases se daban en la guardería, local que cedía el Ayuntamiento. Se preparaban un primer plato y postre, empezando por el postre para que enfriase. Cuando terminaba la clase todas probaban lo preparado, cada día dos alumnas ayudaban a Victoria a cocinar y limpiar, las demás disfrutaban mirando cosa que nunca podíamos hacer en casa. Con una de las tartas, TARTA DE NATA Y FRESAS yo participo en un concurso de cocina que se celebraba en el instituto de E.S.O. el día de Andalucía, y tengo que decir que gané el primer premio gracias a este curso de cocina y a ti Victoria.
Visitamos Córdoba, Granada. Disfrutamos con la exposición TIERRA DEL OLIVO en Jaén.
El Centro fue dotado con 12 ordenadores y la nueva tecnología dio al centro más vida ya que es tan necesaria en los nuevos tiempos. Gente nueva con ganas de trabajar llenaron las aulas.















Victoria Martínez (Profesora del Centro "Tamujoso")

I ENCUENTRO DE EDUCACIÓN PERMANENTE (21 DE MAYO 2008)

Os cuento como pasamos este día

10,30 horas – Desayuno. Chocolate y churros. Lugar Cafetería " Luchy "


Recibimiento de los alumnos y profesores de las diferentes Secciones por parte del Sr. Alcalde , Concejal de Educación , Coordinador Provincial de Adultos, y Profesores de la Sección " EL OLIVO" de Villatorres – Lugar PASEO.




12 -13 horas – Teatro 1ª Sesión. El grupo de teatro de la Sección de Educación Permanente " El Olivo" de Villatorres representará las obras " Acacia y Melitón" y " El muchacho de Niceto". Lugar Salón de Actos del Ayuntamiento.



Una vez terminado el teatro los alumnos en grupos realizaron visitas guiadas al Museo Cerezo Moreno y a la Iglesia de la localidad. En el Museo podrán contemplar también una Exposición de Quijotes Escolares de la Colección particular de Martín Lerma Molino (Profesor de adultos de la localidad)
















El costumbrismo del pintor Francisco Cerezo brilla en la localidad jiennense de Villargordo.

El pintor Francisco Cerezo Moreno (1919-2006), uno de los artistas plásticos jiennenses más importantes del siglo XX.Cerezo fue un autor de temática principalmente costumbrista, destacando por los paisajes y las escenas cotidianas del medio rural, aunque también se le ha clasificado dentro del impresionismo clásico. "Su obra es un canto a Jaén y a sus costumbres, está llena de Jaén y su provincia, ha pintado todos los rincones. A través de sus paisajes se puede comprender mejor a la gente, sus costumbres, la forma de pensar, por eso se dice que su obra es humana", indica el historiador local y responsable de la Casa de la Cultura, Miguel Ángel Navarro. La obra de Cerezo es muy variada, retratos, bodegones, paisajes o sus figuras femeninas.
Cerezo fue un pintor autodidacta. En 1957 obtiene la Medalla de Plata, Premio Granada, en la exposición nacional organizada en Arjona por el Grupo Los Nazaritas. Al año siguiente ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungria de Sevilla y en este mismo obtuvo el Premio Nacional de Pintura del Ayuntamiento de Jaén con su cuadro El fumador.En 1990, el Ayuntamiento de Villatorres -al que pertenece la localidad de Villargordo- creó el Concurso de Pintura que lleva su nombre Cerezo Moreno y del que ya se han celebrado 13 ediciones. En 1998 se abrió el Museo Francisco Cerezo en la antigua Casa Consistorial, que alberga en sus cinco salas una importante colección de su obra pictórica y dibujos, un conjunto de obras de pintores de su entorno y una colección de piezas de cristal de La Granja, cerámica de Talavera y Triana, porcelana de París y cerámica Inglesa de reflejos.
Por cierto, Francisco Cerezo Moreno, en 1960 limpió las cuadros antiguos del retablo del Santo Cristo,(BAÑOS DE LA ENCINA) La Tridada central y Santa Teresa y San Francisco, y de los que habían desaparecido Cerezo pintó a San Fernando con Baños al fondo y San Diego de Alcalá, dando de comer a los pobres, los otros dos, San Pedro Apóstol y San José de Calasaz, los pintó Bonifanio Gutierrez Fuentes..














Mi querida SEÑO Luisa López Nava.
Esta es la última foto que tenemos juntas.
NO SABÍAMOS QUE SERÍA EL ÚLTIMO AÑO QUE ELLA ESTARÍA EN BAÑOS


14 horas – Almuerzo. Lugar Restaurante Tropezón. Al mismo asistieron los alumnos y profesores, estuvieron invitados/as: La Sra. Delegada de Educación, Inspector de Adultos, Inspector de referencia y los Alcaldes de las diferentes localidades.
16,30 – Terminado el almuerzo se procederá a la entrega de recuerdos-regalos a las diferentes autoridades y Centros, igualmente se repartió un obsequio- recuerdo para alumnos y profesores.

Da. Angustias María Rodríguez - Delegada de Educación, tuvo el detalle de fotografiarse con nosotras, animándonos a seguir con nuestro empeño en mejorar.
























Cena fin de curso




¡No sólo fue el aprendizaje...! Fue un ir llenando la lista de personas queridas.


Va por vosotras chicas...


viernes, 23 de enero de 2009

HUELLAS EN LA ARENA


Una noche soñé que caminaba a lo largo de una playa acompañada por Dios.
Durante la caminata muchas escenas de mi vida pasada fueron proyectándose en la pantalla del cielo.
Según iba observando cada una de ellas, notaba que unas huellas se formaban en la arena, unas veces aparecían dos pares.
Esto me preocupó enormemente, porque pude notar que durante las escenas que reflejaban etapas tristes de mi vida, cuando me hallaba sufriendo por angustias y derrotas; solamente podía ver un par de huellas en la arena.
Entonces le dije a Dios:
Señor, Tú me prometiste que si te seguía, Tú caminarías siempre a mi lado.
Sin embargo, he notado que durante los momentos más difíciles de mi vida, sólo había un par de huellas en la arena.
¿Por qué cuando más te necesitaba no estuviste caminando a mí lado?
Y el Señor me respondió:
Las veces que has visto sólo un par de huellas en la arena, hijo mío ha sido cuando te he llevado en mis brazos.



Durante 14 años he llevado en mi bolso este escrito. Me lo regaló Joaqui hija de José García ("Barbecho") y Ana Velázquez. Desconozco el autor.

jueves, 22 de enero de 2009



Cuentan que un sabio un día,
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía
Habrá otro entre si decía
más pobre y triste que yo.
Y cuando el rostro volvió
halló la respuesta viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hojas que él arrojó.
Mi madre me recitaba esto muy ame nudo diciendo que no debíamos quejarnos

martes, 20 de enero de 2009

Ntra. Sra. de la Encina



Iglesia de San Mateo



Ntra. Sra. de la Encina,^Patrona de Baños de la Encina


Nuestra Virgen de la Encina
Nuestra Virgen de la Encina
Es chiquitita y muy bella (Bis)
y el Niño que lleva en brazos
todo se parece a ella. (Bis)
Ave María, Ave María, Ave María de amor
Tú eres la Reina del cielo
y estas en mi corazón.
.
Todos los hijos de Baños
profesan un gran cariño (Bis)
a su Virgen de la Encina
y a su queridito Niño. (Bis)
Pueblo de Baños, pueblo de Baños
forman un trono de amor,
a su Virgen de la Encina
por ser la madre de Dios.
.
Un día 9 de mayo
quisiste bajar del cielo (Bis)
Y te apareciste en Baños
para celestial consuelo. (Bis)
¡Oh Madre mía! ¡Oh madre mía!
de los bañuscos tendrás,
corazones que te amen
Por toda la eternidad.
.
También nosotros Señora
venimos a visitarte (Bis)
El corazón te ofrecemos
con ansia de sed de amarte. (Bis)
Ante tu ermita, ante tu ermita
el pueblo de Guarromám
hoy postrado te bendice
y jamás te olvidará.

domingo, 18 de enero de 2009

COMO LAS ALAS AL VIENTO -NTRO.PADRE JESÚS DEL LLANO



NTRO. PADRE JESÚS DEL LLANO - BAÑOS DE LA ENCINA

Jesús del Llano Rey de la gloria,
si Tú no me faltas, todo me sobra.

XII Certamen de Poesía "Pepa Canterero"


Al objeto de fomentar la creación y difusión literaria, el Excmo. Ayuntamiento de Baños de la Encina, convoca XII Certamen de Poesía "Pepa Cantarero" celebrado el día 8 de agosto del 2008 con una gran asistencia de público y tres premios a poetas bañuscos





XII certamen poético "Pepa Cantarero"

http://www.bdelaencina.net/videos/poesia_2008.html



Poesía Bañusca:
1.- Título: Ocasos y alboradas.
Autor: Paulino Conejero Ortiz.
Seudónimo: Abenamar.



1.- Título: Divagaciones nocturnas.
Autor: Juan Antonio Cortés Prados.
Seudónimo: Alguien.




1.- Título: Recuerdos.
Autor: Ana Ortiz Rodríguez.
Seudónimo: Marcos.




RECUERDOS
I
Camino por un sendero,
largo, incierto es el camino,
estrecho, muy empinado,
en él yo soy peregrino.
.
Recuerdos de mi niñez.
Te sueño cuando era niño
hermosas manos de seda
siempre me daban tu aviso.
.
Vamos a casa ya es tarde.
¿Ya? Déjame otro poquillo.
¿Por qué lloras campeón?
¡súbete al hombro hombrillo!
.
Gente sentada en la calle
conversa y fuma un pitillo.
Siempre mil buenas noches doy,
bajo del tranco el botijo.
.
Madre no puedo dormir
cuéntame un cuento bonito,
ése que tanto me gusta.
Érase una vez un chiquillo…



II
Camino Ancho andando vamos,
lejos, veo su sombrerillo,
curvado labra la tierra,
labra, labra su escardillo.
.
La mula ciega en la noria,
vueltas más vueltas, olvido.
El agua fresca en la alberca
rueda, rueda, parece hilo.
.
El mecedero en el nogal,
su recia soga testigo,
vuela más alto mi amigo
¡tocar el cielo! Suspiro.
.
Ejército de amapolas,
las magarzas son testigos,
de cómo al trigo mataba
con grandes dientes el trillo.
.
Bella sombra te acaricia,
ella besa al sol herido.
¡Descansa padre, descansa¡
que ya tienen pan tus hijos.


III
El otoño ya llegó.
Sí, siento su aliento frío.
Hay dobleces en las mangas,
para dos años dobladillo.
.
En el gran babi está escrito,
con mi nombre en el bolsillo,
con mi cartera en la mano
yo subo hasta el Santo Cristo.
.
Ya mi corazón se alegra.
Poneos en fila niños.
¿Adonde vamos? pregunto.
Una excursión a los pinos.
.
Unas sombras que se mueven,
la sombra del eucalipto.
El mantequero no existe
¡miedo no! Me tranquilizo.
.
A la Piedra Escurridera
llegamos, soy el último.
Enorme y lisa la piedra,
me pregunto quién la hizo.
.
Vuelvo, calcetines rojos,
culo roto y descosido,
temeroso por la hazaña.
¡Ha sido muy divertido!

IV
Despierta un nuevo día,
un beso me acarició,
tu piel de terciopelo,
amor, mi boca respondió.
.
La huerta yerma está,
se marcharon al olvido,
sólo tu amor me amamanta,
existe ahora otro nido.


V
Tú de mi alma eres consuelo.
Yo de tu amor cautivo;
fresca fuente en la que bebo
espérame al fin del camino.


Recuerdo la noche de los premios con cariño, aunque tuve un momento de inquietud ya que me agobia leer en publico. José María Cantarero me acompañaba mientras subía las escaleras del escenario donde debía recoger el premio y leer el Romance, me preguntó si necesitaba algo, yo le contesté "Qué me trague la tierra" Cuando comencé a leer creí que no podría hacerlo pero pense en mis padres a los cuales iba dedicado la mayor parte, y con voz temblorosa por la emoción leí, quedando gravada en un vídeo que José María Rodríguez Valle además de unas magnificas fotografías que hizo EL SIEMPRE ESTÁ... guardó para todos con su trabajo una fantástica noche junto a nuestra bellísima Fortaleza Moruna.
Cuándo acabé escuché bastantes aplausos y un ¡bravo! Que reconocí enseguida, era mi amiga Tere. Ellos estaban allí, mis amigos, llamaron por teléfono a mi hija que estaba en Cádiz trabajando para que me escuchase en directo, yo no lo supe hasta que terminé y mi hija me llamó para felicitarme. Con amigos como los míos es muy fáci...











Después lo celebramos juntos en casa. ..













GRACIAS AMIGOS













miércoles, 14 de enero de 2009

Memorias de la muerte en Baños de la Encina

UN TRABAJO REALIZADO POR JUAN JOSÉ LUPIÓN ORTIZ SOBRE EL AÑO 2004



POR ESA ÉPOCA ESTUDIANTE DE BIOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD DE JAÉN

Antropología de la Muerte
Juan José Lupión Ortiz



PRÓLOGO

El relato que voy a narrar, cuenta fielmente las vivencias relatadas por las gentes del pueblo de Baños de la Encina, lugar al que tengo un profundo cariño, y el que he elegido por sus arraigadas costumbres y sus entrañables personas.
Se trata de un texto puramente informativo, en el que me limito a la información amablemente contada, durante las horas que tan gustosamente he pasado entre los vecinos de esta villa.
La polémica del tema de la muerte, tan de moda en estos tiempos, he preferido dejarla al margen, para mantener intacta la delicadeza con la que estas gentes tratan un tema tan sagrado para ellas como es la muerte, en su ámbito más tradicional.

Mis agradecimientos a todas las personas que me han brindado un momento de su tiempo, aún sin conocerme, y en especial a Ana Ortiz Rodríguez, vecina del pueblo, a quien debo esta maravillosa idea, y la realidad de este texto.


INTRODUCCIÓN


Baños de la Encina es un pueblo de la provincia de Jaén, en donde el tiempo ha sentido la tentación de detenerse, guardando celosamente durante siglos una riqueza monumental inigualable.


Este lugar ha sabido conservar una identidad cultural, su patrimonio histórico - artístico y una gran riqueza paisajística.
Sin embargo, junto a toda esta variedad desde el punto de vista turístico, existe en esta villa señorial una religiosidad popular, una tradición lírica, así como unas costumbres y ritos funerarios muy acentuados que los lugareños esconden de toda persona ajena al pueblo. Solo los habitantes del lugar comprenden y desarrollan desde los tiempos más antiguos.
En este sentido cabe destacar una serie de construcciones declaradas hoy día como monumentos históricos, que en un tiempo no muy lejano han sido utilizados como Campos Santos en los que los “ Bañuscos ” daban solemne sepultura a sus seres queridos, siguiendo todo un ritual preestablecido.


El pueblo se encuentra dominado por una imponente fortaleza califal: el Castillo de “ Bury Al-Hamma ” construido en el año de 968 d.C. En aquel tiempo los musulmanes aún dominaban la mayor parte de la península teniendo en jaque a los cristianos del norte, fue mandado levantar por el califa cordobés Alhaken II.
El castillo está construido en tabiyya ( material típicamente árabe realizado a base de una mezcla de arcilla, arena, cal y piedras muy menudas ). Tiene una superficie aproximada de 2700metros cuadrados y una forma elíptica, con una muralla que encierra a toda la fortaleza con dos torres mayores que los demás a ambos extremos, y otras 13 torres de forma rectangular: seis en la cara este y siete en la oeste. Dentro hay un amplio patio de armas y un gran aljibe, que servía para asegurar la provisión de agua en caso de que el castillo fuese cercado.
Fue declarado Monumento Nacional Histórico – Artístico en 1931.

También son patrimonio artístico la Iglesia Parroquial de San Mateo, que data del último tercio del siglo XV, y acoge a la Virgen de la Encina, patrona de la localidad, la Ermita del Cristo del Llano, de construcción más reciente que la anterior, que data de la mitad del siglo XVIII.
La Ermita de Jesús del Camino, y la de la Virgen de la Encina, son los monumentos más apreciados por los visitantes, así como por sus gentes, debido a las fiestas tradicionales celebradas en su honor.

RITOS FUNERARIOS BAJO EL CASTILLO

Tras la etapa musulmana, el castillo de Bury Al- Hamma, fue tomado de forma definitiva a manos de los cristianos en el 1225, por Fernando III de Castilla. Ya durante la época cristiana, esta impresionante fortaleza fue utilizada de cementerio durante finales del siglo XIX y principios del XX.
Los habitantes de la villa, lo han considerado por esto, un lugar santo, en el cual todavía hoy yacen enterrados muchos de los lugareños, ya que durante esta época, no existía el cementerio, su construcción fue posterior. Así el castillo se convirtió en el lugar más sagrado por su tradición para llevar a cabo los ritos funerarios. Hoy día es considerado como símbolo de vida y muerte.

Según cuentan los Bañuscos, y de hecho hay excavaciones que así lo demuestran, se han sacado cuerpos, féretros y demás restos del castillo, tras reformas y desenterramientos llevados a cabo para su restauración, que se encontraban en el patio de armas y en las almenas, en el interior de las torres de la fortaleza.
Las sepulturas tuvieron lugar de los años 1800 a 1900, porque no existía cementerio, que se construyó en los años 1915 a 1917.
A partir de esta fecha, la costumbre de los muertos en el castillo, desapareció, y los difuntos se llevaban al cementerio, quedando gran cantidad de cuerpos enterrados en el olvido, bajo un castillo milenario.
Esta costumbre de utilizar el castillo como campo santo, es aún recordada por muchos de los vecinos de este municipio.
A partir de sus relatos, narro fielmente todos y cada uno de los pasos que tenían lugar durante la sagrada sepultura:
En primer lugar, cuando alguien fallecía, el cuerpo se velaba durante 24 horas en la casa del difunto, pero en ningún caso se enterraba antes de 1 día. Esto era una norma básica que se cumplía firmemente.
Una vez transcurrido este tiempo, el fallecido era conducido por un cortejo fúnebre hasta la Iglesia de San Mateo, situada en el centro del pueblo.
A continuación, recibía una misa (responso), diferente de las actuales, en la que el tiempo de la ceremonia era menor. El ataúd nunca entraba en el altar mayor, sino que se hacía pasar por una habitación contigua a la entrada de la iglesia, llamada La Cruz de los Caídos.
Es una capilla más pequeña de lo habitual que albergaba sólo y exclusivamente los ritos funerarios.
Tras el responso, el cortejo fúnebre abandonaba la iglesia para dirigirse al castillo.
En cabeza de la comitiva iba el párroco del pueblo.
El ataúd era transportado “a hombros” por los hombres del pueblo, mientras que detrás iban los “dolientes” con llantos, pataleos, gritos... que estremecían a toda la villa.
Una vez llegados a la imponente entrada principal, con casi 3 metros de anchura y dos de altura, el sacerdote rezaba la última oración al difunto, y luego abandonaba el lugar. El párroco nunca entraba más allá de esta puerta principal, ni tampoco las mujeres, que en este lugar entre gritos desesperados le daban el último adiós al fallecido.

Cuando los hombres entraban el ataúd en la fortaleza, en función del prestigio, posición social y riquezas del fallecido, eran enterrados con algunos de sus objetos más queridos en las cajas, antes de cerrarlas definitivamente.
Por último ataban el féretro con gruesas y fuertes sogas. Con un enorme esfuerzo lo elevaban a lo más alto de las almenas (las torres), y lo bajaban a lo más profundo y oscuro.
En otros casos, el ataúd se enterraba en el patio de armas de la fortaleza, aunque no se sabe bien si la persona que era enterrada allí, difería en clase, posición social o títulos, respecto al que yacía en las almena
Cabe mencionar un hecho asombroso que se produce en torno a esta situación: los difuntos pese al paso de los años (en algunos casos más de 100), presentaban un estado de conservación equiparable al embalsamamiento, en el momento en que eran desenterrados.

Las torres utilizadas como nichos improvisados, se convertían en lugares en donde el tiempo parecía no pasar.

A pesar de todo esto, los niños y niñas de este hermoso municipio, en sus juegos, se acercaban al castillo, que aunque estaba celosamente guardado por su muralla, sus torres y una imponente puerta que daba acceso a su entrada principal, los chiquillos inmersos en sus bromas y juegos, entraban en el interior del castillo, a través de pequeños agujeros ya que el tiempo había deteriorado la reja de un ventanal que daba a las colas del pantano .
Una vez dentro, los chavales corrían y se perseguían con gran inocencia, pero algunos, se subían a las almenas o entraban por los socavones producidos por el desgaste y veían ataúdes.
Con una frialdad impropia de esa edad, tocaban los cuerpos acartonados que durante mucho tiempo descansaron allí, .
Es tal la veracidad de estos acontecimientos, que es sabido por los lugareños que cierto día, una niña fue sacada de su santo sepulcro, era tan sólo un bebé de pocos meses de edad muerta años antes, y que se conservaba asombrosamente bien, como si acabase de fallecer. Estaba completamente vestida de blanco, y otra niña la tomó en sus brazos como si fuese su muñeca, jugando con ésta cuando entraban a jugar al castillo.
Esto se supo y fue tal el revuelo que se montó, que los vecinos empezaron a gestionar, junto con el Ayuntamiento, la construcción de un cementerio fuera del pueblo, que albergase a todos los bañuscos muertos, así como a todos los cuerpos que se mantenían en el castillo y que irremediablemennte iban saliendo a la luz.

Una vez construido el cementerio a una distancia prudencial de unos dos kilómetros del pueblo, comenzó la tarea de extraer el mayor número de cuerpos y restos del interior de la fortaleza califal, para otorgar un descanso definitivo a las almas errantes del castillo.

Durante unos años se desenterraron gran cantidad de ataúdes, restos y cuerpos, algunos intactos, propios de una momificación más que de un entierro cristiano.
Además las ropas y vestimentas se conservaban también impolutas al paso del tiempo. Tal es así que incluso se podía saber aproximadamente los años en que habían muerto esas personas, porque algunas conservaban los trajes del mismo día en que murieron.
Así se sacó a un hombre con aspecto militar, más tarde se confirmó que era un antiguo capitán que participó en la guerra de Cuba, porque conservaba sus botas, sus pantalones, su uniforme, casaca y sus condecoraciones del ejército completamente visible y en perfecto estado de conservación.
Durante unos años se estuvieron sacando restos y más restos, de los cuales aquellos que eran reclamados por los familiares y se hacían cargo de ellos los llevaban al cementerio donde de nuevo recibían sepultura.
Aunque bien es cierto que la inmensa mayoría habían pasado al olvido, e iban siendo transportados en remolque unas cajas sobre otras hasta un olivar en las inmediaciones del cementerio.
Allí se amontonaban esperando que alguna persona se acordase de ellos para llevar sus restos al cementerio.
Los que no fueron reclamados se incineraron por completo quedando sus cenizas en el Campo Santo Santo, las pavesas se esparcían alrededor de un frondoso olivar cercano a la incineración.
Muchos de los habitantes de este municipio fueron testigos de todo esto, algunos de ellos habían enterrado a sus familiares (abuelos, bisabuelos...),antes de pasarlos al cementerio cogían algunas de las pertenencias del cadáver como recuerdo(mantillas, velos...)que se habían conservado muy bien a lo largo del tiempo.



PREPARATIVOS ANTES DE LA MUERTE

Los bañuscos se han distinguido siempre por su gran hospitalidad, pero si en relación a la muerte hay que destacar algo, es que eran y son muy respetuosos ante ella.
Cualquier vecino del pueblo seguía unos rituales previos antes de morir, que tenían lugar incluso muchos años antes de que esto tuviera lugar.
Cuando dos personas se unían en santo matrimonio, unos pocos días después de la ceremonia, la mujer preparaba la denominada “Mortaja”: que consistía en un vestido o un traje nuevos con sus complementos como son las medias, zapatos, mantilla o velo todo de color negro. Todo junto se liaba en una sábana, cosiéndolo posteriormente con mucho cuidado, de manera que quedase perfectamente sellado hasta el día de su muerte en el que la mortaja seria sacada del baúl en que se guardaba durante años, se descosía y se tomaba la ropa que en ella había para vestir desde los pies a la cabeza a la difunta.
En el caso del hombre ocurría algo parecido, ya que su mujer le preparaba a él también la mortaja, pero con la excepción de que en las familias más humildes, algunas de ellas tan pobres que no podían comprar un traje nuevo para la sepultura, se utilizaba el mismo traje de la boda, asegurándose así que ese día el hombre vestiría sus mejores galas.
En la mortaja del hombre se incluían: camisa, pantalón, corbata, zapatos, cinturón y una chaqueta.
Esta costumbre de preparar la mortaja era seguida por todo el pueblo fuese cual fuese su condición y posición social.


DESARROLLO DE UN RITO FUNERARIO


Cuando un Bañusco moría víctima de un accidente o a causa de la vejez, lo primero que se hacía es llevar al cadáver a su casa, o bien si había fallecido dentro de ésta, se arrancaba una de las puertas de la casa y se depositaba el cuerpo encima de puerta, esto se hacía para evitar que al morir el cuerpo quedase curvado, esta tradición se mantiene hoy día para que el fallecido repose lo mas rígido y recto posible, por esto lo colocaban en la puerta que constituía una parte sólida y firme, evitando así que el cuerpo quedase deformado tras la muerte.
Si había muerto en la cama, rápidamente se sacaba de ella y se ponía encima de la puerta. Una vez hecho esto, se proseguía desnudando el cuerpo por completo, sacando la mortaja para vestirlo de manera impecable desde los pies a la cabeza.
En estos preparativos sólo intervenían las mujeres mas allegadas al difunto, mientras que los hombres esperaban en una casa contigua.
Luego lo pasaban a una caja de madera que estaba hecha a medida, para empezar el Velatorio.
El ataúd estaba forrado por completo en su interior por una tela negra. Para pasar el difunto al ataúd se arreglaba con detalle: se le ataban los pies,para que quedasen juntos, las manos con los dedos entrecruzados se llevaban al pecho, atándole un pañuelo de manera que se mantuviese cerrada la boca, se le pasaba el pañuelo por debajo de la barbilla a ambos lados de la cara y se ataban los extremos en la cabeza. Otra costumbre muy arraigada, era la de ponerle unas tijeras abiertas encima del abdomen porque se pensaba que así se evitaba que el vientre del difunto se hinchara.


*VELATORIO


Tenía lugar en casa del difunto, se velaba su cuerpo durante un día como mínimo, nadie podía ser enterrado antes de 24 horas.
El ataúd se situaba en una habitación más o menos grande en la cual se situaban un numero variable de sillas alrededor, de manera que los familiares más allegados y las personas que fuesen a dar su pésame, pudiesen estar durante parte del velatorio cerca del fallecido.
Los vecinos llevaban comida a la casa, era muy típico llevar cocido o caldo si era mediodía, para que los dolientes tomaran algo caliente. El momento de la comida se hacía con la más absoluta discreción y en silencio. La comida era aportada por los vecinos y nunca se cocinaba en la casa del difunto. Era costumbre llevar también leche, café, magdalenas durante la noche.
En familias muy necesitadas que no podían acarrear con los gastos de un entierro, el Ayuntamiento les proporcionaba un ataúd, para poder llevar al difunto, una vez terminado el entierro, el ataúd se devolvía de nuevo al Ayuntamiento, así pues el cadáver era enterrado solo sin ataúd. De esta manera el Ayuntamiento prestaba auxilio en los momentos de mayor dolor, para que cualquier vecino de la villa fuese enterrado dignamente. Para los Bañuscos cualquier persona merecía ser tratada después de su muerte con dignidad y respeto este.
En el caso de que muriese un niño o una niña de corta edad ( 1-15 años ), se le construía un pequeño altar en su casa, rodeado de muchas flores. Se solía utilizar una mesa de cocina, y sobre ella se ponía el ataúd que era hecho a medida. El ataúd estaba forrado con tela blanca. Los niños que perecían, se vestían de blanco al contrario que los adultos que iban vestidos de negro. Existía una gran distinción en cuanto a un niño y un adulto: color de las ropas, forma del ataúd...

Un caso muy especial era el de los suicidas. Aquéllas personas que se quitaban la vida, no se consideraban buenos cristianos, y estaba muy mal visto. Aunque recibían sepultura, no se les concedía el privilegio de recibir una misa en su nombre, así que no pasaban por la iglesia y eran llevados directamente al cementerio, donde se enterraban en una zona distinta del resto de los difuntos, situada lejos de los demás nichos.

Si el fallecido era un sacerdote, tampoco recibía el mismo trato que el resto de los vecinos.Estos curas iban “al revés”, y aunque se llevaba también a hombros, la cabeza iba siempre por delante, al contrario del resto que iban con “los pies por delante” en sentido de la dirección de la marcha. Los sacerdotes nunca eran enterrados en el castillo en la época en que esta práctica se hacía, con el resto de los mortales, sino que eran enterrados en la iglesia, debajo de la capilla de la Virgen de la Encina, en la Iglesia de San Mateo, o se enterraban en la Ermita del Cristo del Llano, bajo el altar mayor del Cristo.



Los personajes ilustres también se enterraban en las iglesias. Un ejemplo es el de Pedro García Delgado Galindo, profesor de la Universidad de Baeza, nacido en Baños en 1618, canónigo de la Catedral jienense que se retiró a Baños donde fundó el Santuario de Jesús del Llano. Murió en los últimos años del siglo XVIII, y yace sepultado bajo el altar mayor del Cristo sin más losa sepulcral que su escudo de armas.


Una vez hechas estas aclaraciones, prosigo contando el rito del velatorio.
Al comienzo del velatorio, las mujeres y los hombres se encontraban separados. Las mujeres estaban en casa del difunto mientras que los hombres estaban en una casa contigua prestada para la ocasión.
Así durante las 24 horas se acercaban los vecinos para mostrar sus condolencias, traían comida y dialogaban con los familiares sobre la vida del difunto, sobre los buenos momentos de tiempos pasados. Los hombres hacían lo propio en la otra casa, y nunca se juntaban en el velatorio con las mujeres. Durante toda la noche entre diálogos, no cesaban de darse las muestras de dolor, afecto, lloros, rezos y alabanzas. Las mujeres rezaban toda la noche para que descansase en paz el alma del difunto. Una vez pasado un día, el difunto abandonaba la casa llevado a hombros por los varones de la familia y amigos, o bien era transportado en un carro de caballos hasta la Iglesia de San Mateo. Este coche fúnebre, estaba tirado por dos caballos negros, pintado también de negro, y con unas cortinas negras de velo transparente, que dejaban entrever el ataúd al ser movidas por el viento. El carro tenía también adornos dorados, que resaltaban más su aspecto fúnebre. La utilización del carro, fue posterior a los enterramientos del castillo. Durante la época en que los bañuscos enterraban a sus muertos en el castillo, los ataúdes eran transportados a hombros. Tras el velatorio el féretro era llevado a la iglesia, y este trayecto se hacía siguiendo un escrupuloso orden que relato a continuación:

- Lo primero que salía de la casa, era el féretro.
- A continuación iban los hombres del pueblo (los vecinos)
- Por último, los dolientes acompañados por las mujeres del pueblo

Este orden se mantenía rigurosamente hasta llegar a la iglesia. La Iglesia de San Mateo, se encuentra junto a la plaza del pueblo. Una vez llegados a este punto, los hombres del pueblo, se apartaban a ambos lados de la calle para dejar paso al féretro, a los dolientes y a las mujeres que los acompañaban. Cuando el difunto entraba en la iglesia, la mayoría de los hombres esperaban fuera, en la plaza. Sólo los dolientes y las mujeres participaban en la misa. Al término de la misma, y siguiendo el mismo orden preestablecido, el cortejo fúnebre bajaba hasta la entrada del pueblo, hasta la Calle de la Esquina de los Molinos, donde hacían una pequeña parada en la que los vecinos le daban el pésame a los familiares. Durante una época  había un pregonero que estaba siempre presente en los entierros, como un ángel que acompañaba en su camino. Este señor, a la entrada de la Esquina de los Molinos, decía en voz alta:
- “Muchas gracias señores” -, y una vez dicho esto, todo el mundo que acompañaba a la comitiva, incluidas las mujeres se despedían ya que no iban nunca al cementerio, sólo iban los dolientes varones, acompañando al féretro, mientras que las mujeres, despedían al cortejo allí en la entrada del pueblo.
Llegados al cementerio, los hombres le brindaban al difunto el último adiós. Era tradición antes de enterrarlo, destapar el ataúd para verlo por última vez, y luego se cerraba la caja y se procedía al entierro.
Otra costumbre antes de enterrar a los muertos, que se practicaba con frecuencia, era poner junto a la boca del difunto un pequeño espejo de mano, cuya misión no era otra sino confirmar la fuente del difunto, porque si al poner el espejo no se empañaba, significaba que no respiraba, y por lo tanto estaba muerto, y si aparecía empañado, era que aún estaba vivo.
Esta costumbre se impuso entre los bañuscos debido a un extraño caso acaecido en los tiempos remotos en que se enterraba en el castillo:
Cuentan no sabiéndose si es cierto o leyenda, que en cierta ocasión, una vecina del municipio murió. Esta mujer padecía “catalepsia”, enfermedad por la cual el corazón sufre un paro cardíaco, y al cabo de un tiempo, la persona se recupera. Se realizó el velatorio, y la misa pertinente, y fue conducida al Castillo de Bury Al-Hamma, como era demasiado tarde y la noche amenazaba, decidieron dejar el féretro en el interior del castillo en una capilla, llamada “Ánimas Benditas”. Cerraron la puerta con llave para volver a la mañana siguiente y enterrarla. Lo que ocurrió esa tarde fue algo espeluznante, escalofriante, ya que debido a su enfermedad, volvió a despertar, a latir de nuevo su corazón. Al verse en tal situación, en medio de la oscuridad en el interior de su propio ataúd, la mujer salió despavorida, enloquecida por tal visión. Sola en la negrura, rodeada de muros y torres de piedra de aspecto fantasmal. A la mañana siguiente, cuando se iba a proceder a su enterramiento, al abrir la puerta del castillo, los hombres quedaron aterrorizados ante la imagen que se cernía sobre ellos: la mujer yacía en el suelo boca arriba, tenía la cara arañada y sus uñas desgastadas presentaban restos de sangre. Además la puerta también estaba arañada. Por esto se cree que al despertar en medio de la noche, fue tal su impresión que sufriría un ataque de ansiedad y ella misma se provocó los arañazos en la cara y arañó la puerta. Se decía que murió de espanto, porque nadie pudo oír sus gritos, ya que el muro con su gran muralla silenció su agonía.
A partir de este día todos los vecinos practicaban el rito del espejo para asegurarse que la persona está muerta y evitar casos similares, porque sus habitantes tenían miedo de vivir la angustia de aquella mujer.


RITOS FUNERARIOS EN LA ACTUALIDAD

Si bien es cierto que Baños de la Encina ha tenido siempre una gran tradición, ritos y costumbres muy respetuosos ante la muerte, hoy día la mayoría se han dejado de practicar, aunque algunos se mantienen en la actualidad.
Comento los más destacados.

Se entierran en el mismo nicho, incluso dentro del mismo ataúd, a personas de la misma familia, que lo hayan dejado en su última voluntad. Este proceso se lleva a cabo de la siguiente manera:
si una persona muere y es enterrada en su nicho, y al cabo de un tiempo determinado (mínimo 4 años), muere un familiar cercano, y quiere que su cuerpo repose junto al primer difunto, se saca al primer difunto de su ataúd, y sus restos se echan en el ataúd del recién fallecido, y se entierran en el mismo nicho o debajo de tierra juntos. Mediante este método, hasta 4 o 5 generaciones pueden descansar en el mismo lugar.Esta tradición se ha llevado a cabo durante siglos y hoy día algunos vecinos aún la practican.

Otra costumbre es que si algún habitante de la villa, ha perdido una persona muy querida y en un futuro no muy lejano desea descansar a su lado, estando esta persona todavía en vida, puede comprar el nicho de al lado del difunto más querido, y el nicho queda reservado hasta el día de su muerte. En este caso, antes de realizarse la compra del nicho, de propiedad perpetua, la persona que deseó comprarlo, tiene que rellenar una solicitud, presentándola posteriormente al Ayuntamiento, y ésta debe ser aprobada en pleno extraordinario, para que se haga efectiva la compra.

Otro hecho que tiene lugar cuando muere un bañusco, es que las mujeres más allegadas (madre, mujer, hermana...), según sea el caso, suelen guardar luto estricto vestidas de negro durante al menos un año. Hoy ya menos.
En el primer año de la muerte se ofician 3 misas en recuerdo del difunto. A partir de estos doce meses, se oficia una misa al año en conmemoración de su muerte.

Por supuesto el velatorio aún se mantiene, con todas las características de la ceremonia, que he explicado, porque el municipio carece de tanatorio. Aunque algunos ya se van fuera a un tanatorio. Aunque las mujeres cumplen algunos ritos, de la antigua ceremonia, otros han desaparecido, como el hecho de no acompañar al difunto hasta el cementerio, que hoy día sí se cumple.

Una tradición muy importante es la que se lleva a cabo el Día de los Difuntos, que se manifiesta durante la festividad de Todos los Santos.
Así los hombres del pueblo, formando grupos o “partías”, abandonan el pueblo, marchándose a pequeños cortijillos, o chozas de la sierra, donde pasan varios días con sus noches dedicados a la caza de pájaros con “liria”, y compartiendo el pan, el vino y las bromas. El origen de esta costumbre está en el hecho de que antaño, durante el Día de los Difuntos, las campanas no dejaban de tocar, día y noche, con la consiguiente caída de ánimo de los bañuscos, que era superada por los varones, abandonando el pueblo hacia lugares donde no se oyeran las campanas, quedándose las mujeres para rogar por las almas de los difuntos. Hoy día, a esta costumbre de “escaparse del pueblo” durante estos días, se le han sumado también las mujeres.
Otra tradición en la noche de los difuntos es conocida como “ir de gachas”, que consiste en que los jóvenes del pueblo, elaboran en sus casas “gacheta” (una masa pegadiza a base de harina y agua), o las típicas gachas bañuscas, que luego pegan en las cerraduras de las puertas del vecindario, tapándolas, porque según los lugareños, así se impide la entrada de malos espíritus en las casas.

El día de los difuntos, hoy día, las familias del pueblo se acercan a la ermita del cementerio, y en esta capilla, encienden cirios por las almas de los difuntos y escuchan una misa por su alma, viéndose en la noche a lo lejos una intensa luz roja desde la distancia.

OTRAS CREENCIAS EN RELACIÓN A LA MUERTE

Cuando algún habitante muere, los bañuscos dicen que los perros cercanos a la casa del difunto, no dejan de aullar durante la noche, y estos aullidos se escucha en cualquier punto de este pequeño pueblo.

Otra creencia, es que nadie quiere oír la flauta del afilador, que es un símbolo de mal augurio, y se comenta que cada vez que llega el afilador al pueblo tocando su flauta, anuncia la muerte de alguna persona, al día siguiente de que pase el afilador, una persona muere, y cuando los lugareños ven pasar al afilador, se preguntan unos a otros: - “¿A quién se llevará hoy el afilador?-.

Para los bañuscos, la muerte siempre ha sido objeto de numerosas creencias y leyendas. La más popular es la llamada “La fuente encantada de El Pilarejo”.
Esta leyenda trata del tiempo de los musulmanes en una fuente a las faldas del castillo. Pese a que aquí había un agua limpia y fresca, que es la más próxima a las casas, nadie lavaba ni bebía en ella, ni siquiera los niños se acercaban en sus juegos.
Me han explicado que en esa pequeña fuente, según cuenta la leyenda, un rey cristiano, degolló, con su propio puñal a tres niños, hijos de un jefe moro por negarse éste a entregarle la plaza del pueblo.
Enloquecido por la frialdad, y junto con los rabiosos gritos de sus fieles, el musulmán maldijo la Cruz, y ordenó abrir las puertas para establecer un fiero combate en el que fue derrotado.
Desde siempre se ha dicho que el espíritu de los infantes, guarda la fuente de manos cristianas.
Los lugareños evitan todo contacto con la fuente.

Cuentan que hace 50 años, un Día de los Santos Inocentes, una muchacha fue a lavar ropa a la fuente, ya que al ser tarde, era la más cercana al pueblo. Mientras lavaba arrodillada junto al lavadero, una piedra rompió con estrépito sobre el agua y removió el negro fondo. La muchacha se levantó presa del pánico, y huyó, abandonando las prendas hasta llegar a su casa.
Entonces el padre, varón fuerte y muy religioso, salió en busca de lo olvidado. Una lenta espera comenzó, el perro aulló en el corral, y llegada media noche, el hombre llegó demacrado, ojos hundidos, mirada perdida. Entregó la ropa y se acostó.
Al día siguiente, no fue al campo, ni a la taberna, no habló con nadie, y arrancó el crucifijo de la cabecera de la cama, y lo subió al desván. A los 3 días, justo a los 3 días, murió.


BIBLIOGRAFÍA


- RAMOS VÁZQUEZ, ISABEL (2003). “Memoria del Castillo de Baños
de la Encina”, (S. XIII- XVIII). Universidad de Jaén.

- “Jaén: pueblos y ciudades” (1997). Fascículo 28. Baños de la Encina.
Diario Jaén.

- “ Puerta de Sierra Morena: Baños de la Encina. Villa milenaria”.
Excmo. Ayuntamiento de Baños de la Encina
Este relato fue hecho para una asignatura de libre configuración de la Universidad de Jaén, el profesor puso un 9 de nota ya que le encanto el pueblo y lo desconocido para él de estos ritos. Ya que yo le di la idea me regalo una copia del trabajo. Contento del resultado, ya que le dieron seis créditos por el trabajo.

martes, 13 de enero de 2009

SOLA CON MI SOLEDAD



SOLA CON MI SOLEDAD
.
Invisible ante la gente ¡no pueden verte!
¿Imaginaria? No. Realidad jamás, ¿Qué eres?
Sola, siempre sola, rodeada de gente,
gente que habla ,multitud… y qué.
Yo, sola con mi soledad.
Me regalas, mar, cielo, sol
alborada… que llena mi alma,
tú luz, tú paz.
Sol que sorprende al mar.
Yo, sola con mi soledad.
Ana Ortiz Rodríguez

lunes, 12 de enero de 2009

BAÑOS DE CINE

BAÑOS DE LA ENCINA uno de los rincones de Andalucía donde el tiempo ha sentido la tentación de detenerse, guardando celosamente durante siglos una personalísima riqueza monumental y una inigualable calidad paisajística. Adéntrese en estas páginas y descubra todos su encantos.
ESPERO TE GUSTE MIQUERIDO PUEBLO, DEL CUAL ME SIENTO MUY ORGULLOSA

CAMARÍN DE BAÑOS DE LA ENCINA


Este video ha sido realizado por José María Rodríguez Valle. Desde aquí doy las gracias por su trabajo desinteresado en la página de Baños con la que todos nos embelesamos.


Pido disculpas si al copiar del libro UN POEMA DE PIEDRA Y CAL de D. Juan Muñoz-Cobo lo he podido hacerlo mal, ya que es muy extenso y por resumir haya dejado mucho sin contar; recomendando al que quiera saber con detalle, lea y disfrute de este magnífico libro.

Su autor nos decía lo siguiente:

El objeto que me propuse no es escribir una Historia de la Villa de Baños, sino el de recopilar datos para que no se pierdan en el olvido. A mis cinco hijos, como a otros muchos universitarios jóvenes que está dando nuestro pueblo, encomiendo la tarea de recoger mi reto y completar esta modesta obra, teniendo siempre en cuanta mi ideal constante de servir a Baños porque el servicio es virtud por excelencia.

SIRVA ESTA ENTRADA A MODO DE PARTICULAR HOMENAJE A D. JUAN MUÑOZ-COBO, DEL QUE TODOS PLAGIAMOS CUANDO QUEREMOS ESCRIBIR SOBRE

BAÑOS DE LA ENCINA.

SANTUARIO DE JESÚS CRUCIFICADO DEL LLANO

Está situado al norte de la villa en la barriada de su nombre; “extramuros”, dicen las escrituras fundacionales de finales del XVII
El Santuario sustituyó a un sencillo “humilladero” que hasta finales del siglo XVII existió en el lugar que ahora ocupa la Cruz de las Azucenas, donde se dio culto desde tiempo inmemorial a la imagen de Cristo Crucificado aparecida, según tradición, en circunstancias portentosas, llegándose a su descubrimiento por una luz que se encendía y apagaba en las canteras próximas, por lo que se llamó en principio el “Cristo de la Luz”, ya que en el evangelio de San Juan (1,8) se dice “Yo soy la luz del mundo”. Más tarde, por el emplazamiento del humilladero y después del Santuario, se le llamaría Jesús del Llano.
En el cuerpo central se abre un gran hueco que hace visible el Camarín desde el templo. La mesa de altar es de mármoles de colores, con predominio de los blancos y rosa, pilastras laterales y relieves centrales con Cruz inscrita en círculo; el púlpito es de jaspe gallonado con gran peana, artístico soporte o baluarte y excelente forja de la época; el pavimento es todo de mármoles negro y blanco, deteriorado en parte, a dos planos, mejor conservado el del superior y con interesante adorno de mármoles de colores este último. El presbiterio alto lleva en sus laterales sendas barandillas de madera y debajo las criptas: la de la izquierda con el escudo de los Delgado de Castilla y la derecha con blasón compuesto de Zambrana-Dávalos. En la cripta izquierda espera la resurrección, el cuerpo del fundador Doctor Pedro García Delgado.
En los laterales de la bóveda que sostiene el coro alto se observan unos murales deteriorados y de escaso mérito pero de temas barrocos, representando un alma en pena y otra en gracia con sus respectivas cartelas en verso y alegorías de “los Novísimos”. El alma en pena –“La Condenada”- representa al “barroco negro” e impresiona a los niños y gentes sencillas.

EL CAMARÍN DE BAÑOS, BARROCO DE YESERIA.

El camarín es del último tercio del siglo XVIII y obedece a de las líneas la escuela de Lucena-Priego, por lo que pudiera atribuirse al lucentino Pedro de Mena Gutiérrez, autor de los estucados del sagrario de San Mateo de Lucena, trazado por el sacerdote lucentino don Leonardo Antonio de Castro (1656-1745). Los ángeles y hojarascas carnosas del camarín de Baños parecen de Mena, en opinión de López Salamanca, conocedor del arte de la comarca.
Cuando algún visitante llega por primera vez y sube por la escalera que arranca de la sacristía, al acceder al rellano y mirar hacia arriba, cree hallarse en el Camarín, pero sólo es su entrada, de la que dice Galera Adreu que ya es suntuosa, cubierta con media naranja sobre pechinas de intradós gallonado y anillo mixtilíneo, bellísima en su conjunto. Es como un preludio del interior a menor escala pero también sorprendente.
Dos excelentes puertas de ebanistería neomudéjar del siglo XVIII contribuyen al ornato del conjunto. La de la sacristía que se abre a la escalera es de dos hojas con ornamentación poligonal trabajada por una sola cara; la de acceso directo al Camarín, de una hoja, está labrada por ambas caras con ornamentación diferente y se adorna con pequeños espejos. No son únicas en Baños porque hay dos en el Ayuntamiento -procedentes de la Casa de Priores- y una más en la casa de don Jaime Altozano, sin que conozcamos, por el momento, sus autores.
La temática de este Camarín no es un caos, sino un conjunto organizado al que pudiera aplicarse la elegancia dorsiana que surge, según el filósofo catalán don Eugenio D'Ors al que me refiero, “cuando la libertad se esconde tras una apariencia ostensible de ley”. Puede decirse de este recinto que es un libro abierto a la meditación a la vez que una orgía de colores y formas, trabajada con primor exquisito, pero también un refugio de paz y a veces una danza en que la plástica alucinante ha cuajado en ritmos y formas gráciles, saturando --cuando lo contemplamos-- la atmósfera que nos circunda.
El camarín es un típico ejemplar del barroco de yesería, donde se emplea con profusión el estípite -del latín “stipes”, estaca o tronco- usado también en el camarín de Zocueca cerca de Bailén; lo advierte Galera Andreu, siguiendo sus autores la pauta de la sacristía de la Cartuja granadina, con antecedentes en el Sagrario de la Catedral de la propia ciudad.
La planta del camarín es polilobular, de 5,80 de lado considerado como recto, aunque sigue en cierto modo la base de jaspes sobre la que se levanta el trono de Jesús. Una gran hornacina con arco de medio punto abocinado hacia dentro, comunica el camarín con el templo para hacerlo visible desde éste; está decorado con hojarascas carnosas de acanto y tallos de vid, pájaros exóticos y dorados y grandes espejos de diversa forma.
En los cuatro ángulos del camarín hay otros tantos templetes sostenidos por estípites y culminados por artísticas cúpulas y en las hornacinas que forman van los Cuatro Evangelistas con sus símbolos al pie. Otros dos grandes estípites flanquean cada una de las ventanas y puerta de acceso, con infinidad de volutas muy contorsionadas, adornadas con ángeles y pájaros verdes y dorados. Una gran cornisa en forma de entablamento con profundas involuciones, se acerca a las ventanas y puerta y se levanta sobre las columnas, dando lugar en sus lados a otras hornacinas con bellas peanas donde figuran los apóstoles San Juan y San Pedro en la cara a espaldas del Crucificado, Santiago el Mayor como peregrino y San Bartolomé sobre la puerta y San Andrés y San Mateo frente a ella. San Pablo está colocado sobre el arco que comunica el camarín con el retablo. A ambos lados de las hornacinas superiores hay sendos ojos de buey con vidrieras reales o simuladas, decorados con mascarones naturalistas, de cuyas bocas y narices arrancan tallos de vid y ramajes que completan la decoración de los espacios, rellenos además de pequeños espejos multiformes.
Una nueva cornisa más alta y profusa en decorado, montada sobre trompas, lleva cuatro grandes espejos rectangulares coincidentes con los ángulos de sustentación. Todo lo domina la idea de no dejar espacios vacíos: “horror vacui” donde aflora el ancestral espíritu islámico tan identificado con este género
Como si se asomaran a la gran cornisa que delimita la cúpula, aparecen bustos de la Virgen María, de Santa Teresa de Ávila, del patriarca San José y la cabeza del Bautista, con figuras de las Tres Personas de la Santísima Trinidad. Pero la profusión de volutas, ángeles, motivos vegetales, telas simuladas formando doseles y demás elementos decorativos que forman la cúpula de base poligonal mixtilínea, hacen imposible una descripción ordenada de esta parte y de todo el conjunto. Termina estrechándose en forma de linterna de mucha elevación, difícil de observar por esta causa y hasta de escribir, porque de no ser así no sería un ejemplar típico de yesería andaluza ni la exuberancia decorativa llegaría a tan altos límites. La bóveda es de planta polilobular y gallonada y el intradós con sus radios en forma de estípites es una gran concentración policroma de volutas, molduras y capiteles que se acusa hacia la clave, por lo que vista desde abajo -y mejor tendidos en el suelo de jaspes blancos y negros- recuerda ornamentalmente, como advierte atinadamente el profesor Galera Andreu, la más ricas salas de la Alhambra como pueden ser las de las Dos Hermanas o la de los Abencerrajes.

El camarín de Baños es, bajo mi personal punto de vista, una exaltación de gloria; un “cielo” que llaman los alemanes a obras parecidas según hace notar el doctor Valverde Madrid en su descripción del Sagrario de Lucena, para este Cristo pero que agoniza en la Cruz, porque el barroco es síntesis estética además de fiesta para los sentidos que, a través de la Teología y del Arte, busca a Dios y lo encuentra llegando en este caso a transmitirnos un mensaje para escuchar el silencio o con música de Juan Sebastián Bach o de Vivaldi.

TODO ESTÁ COPIADO DEL LIBRO -UN POEMA DE PIEDRA Y CAL - D. Juan Muñoz-Cobo

BAÑOS DE LA ENCINA EN VUELO



El término municipal de Baños de la Encina se encuentra en la parte nord-occidental de la provincia, a unos 53 kilómetros de la capital y con una altitud de 420 metros. Su superficie es de unos 394’50 kilómetros cuadrados aproximadamente, y tiene una población de 2.756 habitantes.

El municipio de Baños de la Encina fue declarado en 1967 conjunto Histórico – Artístico.

De su historia medieval, habría que destacar su Castillo Califal construido con arcilla, arena, cal y piedras pequeñas (esta mezcla recibe el nombre de tapial). El castillo tiene catorce torres, aunque parece ser que anteriormente tenía quince y que ésta última fue sustituida por una torre del homenaje que actualmente existe.

La inscripción del castillo en la que su constructor dejó escrito cuándo se hizo, se conserva actualmente en el Museo Arqueológico nacional; fue el califa al- Hakam quien ordenó construirlo.

Destacaremos la Iglesia Parroquial de San Mateo, cuya portada lateral es de estilo gótico, mientras que la principal es manierista. Su torre de base octogonal, tiene tres cuerpos y está rematada por pináculos.

De las antiguas ermitas de Baños, se conservan la d la Virgen de la Encina, de origen medieval y restaurada en el siglo XVII; la de Jesús del Camino y la del Cristo del Llano con un impresionante camarín barroco.

El edificio del Ayuntamiento tiene la fachada de sillería y el arco de medio punto.

Destacan también palacios y casas señoriales de los siglos XVI y XVIII como la Casa de Caridad Zambrano, la Casa de los Pérez Caballero, Casa de los Salcedo.
El origen del nombre de Baños deriva de la riqueza acuífera del subsuelo de la zona que riega su término con un rosario de pozos y fuentes naturales. La milenaria historia de la población, arranca en el Neolítico con las pinturas rupestres encontradas al norte de su término municipal, que son las primeras huellas dejadas por el hombre. En el II milenio a. C. la minería comienza en los yacimientos de Baños, ricos en cobre y bronce, que dieron lugar a la formación de una organización social que continuó hasta la fundación de Cartago. Durante el Imperio Romano se comenzó la explotación de las minas de plata que decayó juntamente con el Imperio. Huellas de éste pasado minero lo encontramos en El Centenillo, pedanía de Baños de la Encina. Con el declinar de la minería se intensifica la explotación agrícola, convirtiéndose, en la Edad Media, en un paraíso de agua y huertas. En 1225 Fernando III de Castilla toma posesión de la villa, convirtiéndose por su estratégica situación, entre la Meseta y Andalucía, en una importante vía de comunicación. Durante el siglo XV fue escenario de enfrentamientos entre el Condes Iranzo y los maestres de las Ordenes de Calatrava y Santiago, que reflejaban el enfrentamiento entre la nobleza feudal y el Estado Moderno. A finales del siglo XVII y principios del XVIII la villa toma un nuevo impulso con la intensificación de la agricultura y la ganadería. Pero a finales de este siglo de oro se producen una serie de acontecimientos que merman la riqueza de la villa, en 1767 se esquilma su territorio para la creación de Guarromán, Carboneros, La Carolina y Santa Elena, que nacieron por el Plan de Nuevas Poblaciones de Sierra Morena; en 1835 la desamortización de Mendizabal, y en 1855 la Civil o de Madoz acaban definitivamente con el Bien del Común.


Añoranza

De luna a luna yo trabajo, vivo.

Ruido estridente, exigente, ¡deprisa…

! Ya es tarde me dice, vamos, ¡deprisa…!

el sol aún no salió, antes vivo.

Temprano, sin arado, sin cultivo.

Ya es, tarde, vamos, me dice, ¡deprisa…!

Frío trabajo acaricio, piel lisa,

frío metal, tornillos. Sin sol vivo.

Lloro yo por no verte ¡sol naciente!

Sol, sudor, olor a finca labrada.

¡Me sacude este sonido hiriente!

Campo yo era, lo veo en mi frente,

mi voluntad dice estar ya cansada,

campo, no te borro yo de mi mente