jueves, 8 de noviembre de 2012

Desandar el camino


Desandar el camino
Desandar el camino no es fácil. Hoy me pregunté a mi misma si seré capaz de desaprender todo cuanto fue seductor  y fácil de asimilar. Todas las generaciones consiguieron  mejorar a sus  progenitores. El camino se ensancha y uno tras otro procura dejar buena semilla a su sucesor. Muchas veces al mirar atrás ves  extraño   costumbres y   forma de vida de antaño, siempre fue posible mejorar un poquito, avanzar en el camino.
La clase obrera siempre en contienda por sus derechos, pasito a pasito. Momentos hoy donde llevar la vida a trancas y barrancas nos acuesta. Aprendimos que un trabajo digno con un sueldo digno era posible, que era posible enfermar y no morir de hambre porque alguien estaría siempre a nuestro lado para apoyarnos económicamente. Aprendimos a vivir confortablemente gracias a nuestro trabajo, con dignidad y justicia por el esfuerzo realizado recibíamos nuestro salario. Nuestros hijos, podían acceder  a LA UNIVERSIDAD con ayudas justas. Nuestros mayores tendrían asistencia y podrían permanecer en sus hogares para morir dignamente en ellos, sin necesidad de agruparlos en un cuartel de ejército  yermo o mutilado. Aprendimos que los pobres también ríen, nos dijeron  que una vivienda digna  era posible con el esfuerzo de muchos años y nos embarcamos en ello. Sentimos que avanzábamos, quizás tan rápido que no teníamos tiempo de echar la cuenta del abuelo, aquel hombre  sabio que guardaba bajo la baldosa no lo que le sobraba si no lo que necesitaba y se recortaba cada día. Bonito el camino, lleno de amapolas rojas, de cielos azules y románticas melodías. Para muchos desandar el camino para volver al umbral aunque cueste será un paso más; para otros retroceder a un tiempo austero que no conocieron le será mucho más complejo. Esta generación que desea con todas sus fuerzas salir a delante tiene un gran muro delante de él que ha de saltar, ya que  no es posible ser atravesado  como si fuesen fantasmas. No seamos conformistas, sigamos luchando por  la justicia y por la dignidad de cada hombre sin distinción de raza u origen.  Por qué, porque tus hijos merecen seguir avanzando no retroceder.  Los recortes y ajustes deben llevarse a buen término con una justa regla de tres. España somos todos, no sólo el trabajador. Mientras recemos porque estos señores que nos representan no nos asfixien y volvamos a ser carne de yugo. Feliz jueves. Ana Ortiz

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