domingo, 8 de septiembre de 2013

Baños de la Encina. Tal día como hoy ocho de septiembre Ntra. Sra. de la Encina era trasladada desde su santuario a Baños para celebrar las fiestas patronales Fiestas de los Esclavos

Baños de la Encina. Tal día como hoy  ocho de septiembre Ntra. Sra. de la Encina era trasladada desde su santuario a Baños para celebrar  las fiestas patronales Fiestas de los Esclavos
Imagen de la Santísima Virgen de la Encina, Baños de la Encina
Cuenta la tradición que un 9 de mayo de 1225, tal vez 1226, encontrándose un labriego arando con sus bueyes las tierras de un encinar próximo al paraje conocido como Cuesta de los Santos, vio como la Virgen, envuelta en una intensa luz, le pidió desde lo alto de una encina que se construyera un santuario donde se le diese culto. Existe aún hoy una encina, retoño de aquella sobre la que se obró el prodigio, situada en el Chaparral de Medinilla, donde en las bellotas que da una de sus ramas puede verse grabada en su corteza la imagen de la Virgen.

En otro tiempo no tan lejano la Virgen de la Encina permanecía  en su Santuario custodiada por sus Santeros y sólo para las Fiestas en su honor, Fiesta de los Esclavos era trasladada a Baños de la Encina

Se trasladaba el día 8 de septiembre la Santa Imagen desde el Santuario a Baños para la solemne novena, que comenzaba y comienza el 9 hasta el 17. El 18 es la Salve y el 19 la fiesta y procesión por el itinerario urbano tradicional. Estas fiestas, llamadas de “Los Esclavos”, en las que el día 20 se conmemora a Jesús del Llano con misa solemne y procesión por la barriada alta, tuvieron origen en la antigua “Esclavitud” o Hermandad, agrupación piadosa que era sólo de Jesús del Llano porque la Virgen tenía cofradía propia, hasta que se fundieron ambas en el pasado siglo XIX.
Desde tiempos remotos --siglo XVI o antes-- hubo cofradías separadas de la Virgen y de Jesús del Llano y la última se llamó “Esclavitud”, como se sabe por una escritura de capellanía fundada por doña Elvira Galindo en 1696, en cuya escritura dispuso entre otras cosas, que la aceituna de las fincas asignadas debía ponerse a censo, dedicándose el importe a “La Esclavitud del Santo Cristo del Llano, para ayuda de la fiesta y demás gastos de dicha Esclavitud”, cuyo nombre no hace referencia a esclavos en sentido estricto o personas que carecen de libertad, sino aplicando simbólicamente a personas sujetas a la voluntad de Dios, sin ninguna significación truculenta como algunos han creído.

Fuente- D. Juan Muñoz-Cobo y Fresno
 Baños de la Encina: Un viaje por su historia milenaria

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