jueves, 6 de enero de 2011

Los Reyes Magos un año más llegaron a Baños

María y José junto al Niño Dios esperan en la Plaza Mayor la llegada de los Reyes Magos.



Por los caminos del Oriente llegan los tres Reyes Magos






Los niños alucinaban al ver a sus majestades ¡Ya estaban aquí! Habían dejado sus relucientes zapatos en la ventana, al volver a casa muchos encontrarían sus regalos ¡Eran realmente ellos!!!!!
Una lluvia de caramelos hacían que instintivamente te agachases a recogerlos
¡Estaban muy buenos!

Imposible hacer fotos. Un caramelo le dio a la cámara, igual que una pedrada, por ello no hago más. Trabajo e ilusión que dan sus frutos esta noche. Enhorabuena

Vimos su estrella en la Almena Gorda del Castillo y todos vinimos a adorarlo
Y tu, Baños de la Encina, tierra de bien, recibes al Niño Divino, del cielo Señor.
"Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace"
De Oriente llegan los tres Reyes Magos, con sus cofres relucientes, para traer los regalos.
Reparten por el mundo los juguetes del Niño de Belén




Vieron al Niño con su Madre María y postrandose le adoraron; luego abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.









Llega un rey de barba blanca.
"Aquí me tienes, Señor, en tu presencia real, me llaman el Rey Melchor por las tierras de Bagda. Te traigo el oro reluciente, simbolo de caridad; lo deposito en tus manos, mientras beso el manto real.
Otro rey de barba trigo, el Rey Gaspar.
"Vengo de Arabia Feliz, tierra vendita por Vos, que da perfues al hombre y da incienso para Dios. Estoy rendido a tus pies, Niño se extraña bondad, que en tu corazón de Rey brilla la divinidad.
Llega el Rey de cara negra, Baltasar.
"Vengo al trote de camello por los campos de Etiopía; el amor sirvió de espuela y una estrella fue mi guía.
Después de la orfenda al Niño Divio, celebramos con toda alegria este día con los amigos, compartir, reir hasta que el rimel se estropea. Momentos que guardamos en el corazón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bonito y muy la cabalgata, con su portal viviente en la plaza y adoración, al Niño Jesús.
Bonita la crónica y sencilla, pero sentida.