miércoles, 6 de enero de 2010

Los Reyes Magos Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar

Su rastro nos lleva a la Biblia, al capítulo dos, versículos uno al doce, del Evangelio de San Mateo; aunque no especifica el número ni el título de "Reyes". Tampoco hacen mención de cómo eran o cómo se llamaban los reyes. En el siglo XIV, un monje benedictino, doctor de la iglesia, describió a los Reyes Magos en un manuscrito: Melchor era un anciano de blancos cabellos y larga barba; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro. Los identificó como representantes de Europa, Asia y África. La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente. Tres reyes o magos que iban guiándose por una estrella, conocida como La Estrella de Belén, que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús.

Una noche donde se mezclan la tradición con la fe y la esperanza. Es una noche mágica y de mucha ilusión para los niños.

Muchos se pueden preguntar si los Reyes Magos existen hoy, sin duda alguna yo quiero argumentar que hoy y siempre serán reales. Sí, siempre que se tenga esperanza, que alguien sea capaz de crear esta ilusión. Hacer que palpite el corazón de un niño con fuerza, que sus ojos se abran y brillen llenos de entusiasmo, la alegría de saltar para recoger ese caramelo o balón en la cabalgata o imaginar sus regalos por el buen comportamiento. Ver cómo los niños se esfuerzan todo el año ¡buenos los últimos días sobre todo! ser mejores, portarse lo mejor que pueden...
En casa siempre fueron puntos que ganabas cada día que te portabas bien, o perdías el día que no eras obediente, siempre tenías la sensación de ser muy traviesa porque "los niños no son malos, son traviesos" decía mi madre, así que mala no era. Pero punto que ganabas y punto que perdías no llegabas… La noche del día cinco los zapatos relucientes, los reyes te reconocerían por los zapatos, nunca entendí muy bien por qué precisamente por eso, zapatos y botas preparados para que los llenasen de caramelos: Sombrillas de chocolates, guindillas rojas, limones, martillos, plátanos, e incluso jamones en forma de caramelo; los colores se mezclaban en una canasta que se abría por ambos lados y te los comías con la vista. Eso sí que lo recuerdo bien, carbón nunca me dejaron ¡no sería demasiado trasto supongo¡
Los Reyes Magos el año pasado me trajeron un ordenador portátil, con él paso parte de mi tiempo libre, y hoy os cuento esto, debí portarme muy bien... Mis ojos se abrieron tanto como cuando tenia seis años, el corazón brincaba; os digo que sí hay Reyes Magos yo los vi, vi sus ojos en los ojos de la persona que quiso darme la sorpresa y hacerme feliz.
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Existen, ellos están en todos los corazones, crean ilusión entrando en los demás como magos que son, haciendo que la magia fluya por todos los rincones.
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Espero que os portarais muy bien este año y los Sus Majetades los Reyes Magos vengan cargados de regalos envueltos en el amor de los que nos lo hacen llegar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz Año Nuevo y que los Reyes Magos te dejen lo mejor.

Anónimo dijo...

Los Reyes Magos siempre estarán, mientras no se pierda la ilusión