viernes, 21 de enero de 2011

Baños de la Encina- El olivo, el aceitunero

Hoy vamos a inmortalizar un poquito de nuestra historia, esa que no aparece en los libros.
Imágenes del aceitunero, bueno más bien me voy a basar en la aceitunera.
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La mujer bañusca, trabajadora por herencia. Hace ya algún tiempo, la mujer arrancaba a la tierra la aceituna, digo arrancaba ya que en los días de escarcha y hielo parecía que esa tierra persiguiera quedarse con el fruto. Con las manos desnudas, los dedos enfundados en “casca rabitos” (bellotas a las que se les extirpaba la pulpa) arañaba la tierra para recoger el beneficio de todo el año del olivar. El hombre vareaba y la mujer recogía en su esportilla de esparto la negra aceituna.
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Vestida con refajo camisa amplia y pañuelo, se protegía del frío, barro, polvo, manchas de aceituna ¡y ahora que lo pienso, de miradas indiscretas de los hombres!
“El manijero
Hombre en el que el propietario del olivar depositaba su confianza, se encargaba de organizar y supervisar el trabajo de los aceituneros, hasta 100 personas llegó a llevar en la cuadrilla. Hombre al que se quería y respetaba, el trabajador sabía que era otro asalariado pero con la aplastante responsabilidad de que todos rindieran en su trabajo. “El manijero” buscaba o atendía la demanda de los trabajadores con el compromiso de ser justo para trabajadores y patrón A DIOS LO QUE DE DIOS Y AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR.
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En el descanso del medio día, el manijero procuraba que la cuadrilla se sintiese unida y relajada, era muy importante que no hubiese problemas. Así, éste del que os hablo, alargaba la hora de la comida (las dos en punto) un poquito con juegos y chascarrillos. Hombre bastante dicharachero hacía reír a todos y que el duro trabajo fuese agradable. Si era carnaval podía aparecer de repente vestido con refajo, pañuelo, esportilla y unas gafas diciendo que era la nueva en la cuadrilla, ¡claro qué con el bigote no colaba, aunque llevase los labios pintados de un rojo carmesí que luego tardaba días en desaparecer del todo!
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Después de los juegos y las bromas les decía: ahora a portarnos bien, que yo tengo que dar la cara. La cuadrilla entera se movía como a destajo un ratito y la limpia no daba abasto limpiando aceituna HASTA QUE EL MONTONERO DABA VOCES "¡Vale ya, que no damos abasto!". Y los sacos decían que la tarea iba bien.
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Los Reyes Magos solían llegar hasta el olivar y dejar caramelos por algún troncón que eran encontrados por las mujeres al recoger la aceituna. También algún paquetillo de tabaco para el manijero, quieras que no, por si colaba, cuando tardaban más de lo normal cuando iban hacer pis... ¡Qué no colaba claro! Él decía “Niña ¡se me figura que van calientes!”
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Él, contaba que un señor vendía rosquillos por las calles y pregonaba ¡rocas calentitas! Más duras que los cuernos de Lucifer (añadía él con guasa) Un día un guardia civil que compró una, al morderla se rompió casi los dientes. Cuando al día siguiente lo escuchó pregonando, se acercó y le arreó un guantazo, diciéndole “Niño, de aquí en adelante dices: “Se me figura que van calientes” Esta retar-talilla se hizo conocida, muchos decían, José, ¡se me figura que van calientes!!

También dejaron para el manijero una bolsa con todo lo necesario para vestirse de Indio Apache: las plumas, el arco y las flechas, un puñal, el hacha... así pasó aquel día de Reyes DE GUERRERO APACHE cuadrilla arriba y abajo organizando como siempre a los aceituneros.

Con catorce años ya eras una mujer, mi primer jornal seiscientas pesetas. A las más jóvenes el manijero nos mandaba a poner y quitar los mantos, las más mayores eran muy buenas cogiendo aceituna.

Catalina, Carmen, Dolores, Ana ( Misporpias cosas)

Maritoni y Carmen

Al final de temporada toda la aceituna estaba en el suelo, ya sí formábamos otra oliva de mujeres “la de las jóvenes” cinco o seis como mucho por oliva. Los guantes de goma, no muy bien vistos en principio, se implantaron diminutivamente. El refajo, había quien se resistía a llevarlo ¡nunca me gustó!
Amores aceituneros. Echar la media, al hombro, al joven que te gustaba era una forma de coqueteo, alguna broma, un caramelo, una mirada. La amistad podía terminar en noviazgo. Y así fue…
Me resistía a llevar esa trava de refajo
En la limpia siempre había una lumbre, para calentar a los que apenas se movían, en ella se ponían piedras. Los hombres que llevaban la aceituna a limpiar regresaban con ellas en la media, acercándolas a las mujeres para que se calentasen las manos.

La limpia, hoy en el Museo. Un montonero (Siempre un hombre mayor, ya le costaba el vareo) y dos nenes, que pasaban de vaciar esportillas a la limpia, antes de ser vareador. Recuerdo que el manijero nunca me mandó el mejor trabajo, todo lo contrario; la oliva encharcada, los mantos los días más lluviosos y penosos… En fin, hoy entiendo que nunca quiso que nadie dijese que a su hija le mandaba los mejores trabajos.
Y es que José (El Pinche) EL MANIJERO era mi padre.
Los tiempos cambian. Hoy todo esta mecanizado. Cuando hablan de la jubilación a los 67 años, siempre pienso, quién puede trabajar en el campo hasta esa edad???? Yo me jubilé hace unos años, sin pensión claro. Un trabajo duro: frió, calor, lluvia...

Tiempos difíciles para el olivarero y su aceite.

16 comentarios:

Encarna dijo...

El chico de las rosquillas de :Se me figuran que van caliente, era Gregorio Laguna Ortega ayudaba a la economía famiiar, vendiendo tallos (rosquillas de churros) en una canasta de mimbre por la calle y sí, es como lo has contado, al pasar por el cuartel de la guardia civil, el que estaba de guarda le compró una rosquilla, como eran de las últimas ya iban frias, este al sentirse engañado le dió una bofetada y le dijo : cuando pregones Tallos caientes que sea verdad, como era un niño y entonces había tanto temor a la guardia civil al pasar por cuartel siempre decía , por si las moscas : A las ricas rosqullas de tallos que se me figuran que van calientes, ya ves quedó como una aneddota en Baños.
Esa historia la oí contar montones de veces por el mismo.

Ana Ortiz Rodríguez dijo...

Gracias yenifer, ves entre todos se recuperan los datos. Tu madre era una de la mejores aceituneras de Baños decía mi padre, la mujer que mas cogía en Baños de la Encina.

Encarna dijo...

Gracias Ani, el cariño es mutuo

TREMENDITA dijo...

Que trabajo mas duro , el de la aceituna me refiero, yo fuí un dia a probar como era eso , vine de vacaciones del colegio, que estaba interna ) y mmi curiosidad me hizo hablar con mi tio Juan Antonio y me fui ocn mi tia Pepita a coger aceituna, " en el dia que lo dije "
cogia la aceituna arrastrada por el suelo, mi tia me decia que así no podia ser, que amargaba, con todo el cariño del mundo.Con todo el valor que apor aquellos años tenia y la poca verguenza que me acompañaba, le dije a mi tio que me tenia que pagar, y creo que me dió mi tio una cantidad significativa por no darme " un pescozón " nunca mas en la vida dije de ir a aceituna, mi madre la pobre me echo una comida tan excepcional que yo vei apor todos lados pollo, empanadillas y flan, asi que di por terminada mi campaña de aceituna sin haberla apenas comenzado.

TREMENDITA dijo...

Se me ponen los pelos en punta,pensar que los civiles pegaban de aquella manera , a un chiquillo, yo no recuerdo esa historia y no la he oido nunca contar a mis padres, y yo he vivido de muy cerca la historia de " civiles " pero no desde el temor, sino desde el cariño de mi padre hacia las gentes del pueblo.
Un abrazo

ISARAMOS dijo...

resaltar la forma de coger la aceituna de antes si os dais cuenta no tenian ni guanteslas pobres ahora todo se hace mecanizado las esportillas que eran de sparto cuando habia barro no habia quien estirara de ellas MUY BONITO NIÑA ESTE POST PRECIOSO

Encarna dijo...

Tremendita, en principio te saludo, solo comentarte que eso pasó a principio del siglo xx era otra época. Te puedo asegurar que yo he sido muy asidua del cuartel, pues tenía amigas, sus padres eran guardias civiles y para nada eran asi te lo aseguro.
Saludos

Anónimo dijo...

para mi es un orgullo decir qe conoci al piche de manijero,yo era muy jove mi madre iva con el qe recuerdos aprendi a cojer aceituna en esa cuadrilla aun hoy mi madre lo recuerda como si fuera ayer se le han borrado de la memoria muchas cosas pero su manijero sigue viviendo en su cabeza cierro los ojos y veo la oliva com ana pepa y todas las demas anponas buenas cojedoras entre ellas mi madre

TREMENDITA dijo...

Hola Yenifer: que tal ?yo he vivido muchos años en el cuartel y no habia oido nada, no obstante cuando eres pequeña o no magnificas casi nada, o magnificas en exceso y mis recuerdos eran muy buenos,mi padre era un trozo de pan muy querido en Baños y eso me consta.
A lo mejor hasta nos conocemos,yo también tengo un blog al que gracias a Ana entra gente de Baños.
Saludos.

Anónimo dijo...

desde LA Carolina te seguimos, he reconocido a mi tia en la foto

Ana Ortiz Rodríguez dijo...

Mercedes, tu padre era muy querido en Baños, tenía fama de ayudar y de buena persona, me cuentan en casa, pero también había quien se creía ser muy superior, sería alguno de ellos, quiero recordar que hablaban de un tal moreno. La Guardia Civil visitaba nuestra huerta casi a diario; el invierno era duro. Los recuerdo en sus caballos con su tricornio. Nunca les tuve temor, ¡eran amigos de mi padre!, eso para una niña daba confianza. Vivíamos en “Los Charcones” en la huerta, y allí nos visitaban casi a diario. Tenían guardia en la noche, recuerdo estar dormida y escuchar en la madrugada a mi padre hablando con ellos, se refugiaban de la lluvia y tomaban algo caliente, mi padres les tenía como amigos. Pero al final la cabra tiraba al monte decía mi padre; un día que iba con su moto por la carretera lo pararon, y uno en concreto le dijo: José, lo siento en el alma, aunque tenga que pagarlo de mi bolsillo te tengo que multar. Lo pagó el bolsillo de José claro, no se puede ser amigo del diablo dijo mi padre. Como en todos sitios hay gente “peazos de pan” y de los otros. .. Pero sabido es en Baños y recordado tu padre UN CACHO PAN. Un abrazo.

Ana Ortiz Rodríguez dijo...

Un saludo para La Carolina.

Creo intuir quien es esa mujer que recuerda a su manijero, aun perdiendo otros recuerdos, el quería mucho a tus padres, dales un beso de mi parte niña, y para todos vosotros mi carino.

TREMENDITA dijo...

Muchas gracias Ana por guardar ese recuerdo de mi padre,oia hablar a mi padre de que iban a los charcones y que José el Pinche se portaba muy bién con ellos, le gustaba ir a los Charcones. Mi madre era de Baños de origén y corazón pero mi padre era de adopción y de corazón, queria a la gente de Baños y ahora que ya no está puedo decir que ha quitado muchas multas a riesgo de que se enteraran los jefes y lo fastidiaran, no sabia decir que no y encima medio pueblo era familia de mi madre.
Si que es verdad que " el moreno " se las traia, era como se suele decir vulgarmente mas malo que un dolor,, cuantas veces me padre lo ha cogido y se lo ha llevado por otro lado para que no viera algo que no debia de ver y significaba una multa, mi padre sufría mucho con eso.No se podía trabajar los domingos y ahí estabam los civiles mirando y mi padre el pobre ya no sabia por donde tirar.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

De llegar a la huerta de mis padres, la llamada del Alamo, donde estaba el pino y hoy hay un ciprés y una morera, recuerdo de verlos, andando, luego en bici y después a caballo. Con los calores bebían del botijo, y esperaban que dieran las dos en la torre para para llegar al cuartel. Claro pasaban también por los Charcones; alli a todas horas, pues era vuestra casa

Nutrición dijo...

de verdad que felicito a quien hace posible que nos enteremos de estas cosas tan lindas que pocos son los que le dan importancia.

Gemma dijo...

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