Aquel 18 -7 –1936 La radio daba una noticia muy importante: la sublevación de un sector del Ejército contra el gobierno de la II República Española.
23 de febrero de 1981, A las seis en punto de la tarde empieza la votación nominal para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno de España.
Recuerdo como seguíamos en directo la votación, quizás no es que a mí a mis 18 años me interesase demasiado pero claro a mi padre sí. Estábamos en casa, alrededor de la mesa camilla mi padre mi madre y por entonces mi novio, hoy mi esposo (Antonio) y yo.
A las 18:22 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo, algo ocurre, la televisión deja de emitir. Mi padre l un tanto mosqueado pone la radio y tampoco podía saber que pasaba, eso sí que le preocupa, ni radio ni televisión uhhhhh, esto me huele mal, dijo; yo no podía entender que porque la televisión no se viera aquello fuese una tragedia, pero claro no era eso, era mucho más. Mi padre dijo algo pasa otra vez, no recuerdo muy bien cómo, quizás por la Cadena SER que siguió emitiendo supimos de que iba la cosa. Un grupo de guardias civiles, subfusil en mano, irrumpe en el hemiciclo del Congreso de los Diputados encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero. Parecía ser un golpe de Estado perpetrado fundamentalmente por algunos mandos militares.
Mi padre estaba preocupadísimo, su cara reflejaba amargura, hoy creo que sufrió más incluso de lo que demostró, otra vez no repitió varias veces. Tantos recuerdo vendrían a su memoria, eso ya lo había vivido, la historia no podía repetirse y cometer el mismo error.
23 de febrero de 1981, A las seis en punto de la tarde empieza la votación nominal para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno de España.
Recuerdo como seguíamos en directo la votación, quizás no es que a mí a mis 18 años me interesase demasiado pero claro a mi padre sí. Estábamos en casa, alrededor de la mesa camilla mi padre mi madre y por entonces mi novio, hoy mi esposo (Antonio) y yo.
A las 18:22 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo, algo ocurre, la televisión deja de emitir. Mi padre l un tanto mosqueado pone la radio y tampoco podía saber que pasaba, eso sí que le preocupa, ni radio ni televisión uhhhhh, esto me huele mal, dijo; yo no podía entender que porque la televisión no se viera aquello fuese una tragedia, pero claro no era eso, era mucho más. Mi padre dijo algo pasa otra vez, no recuerdo muy bien cómo, quizás por la Cadena SER que siguió emitiendo supimos de que iba la cosa. Un grupo de guardias civiles, subfusil en mano, irrumpe en el hemiciclo del Congreso de los Diputados encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero. Parecía ser un golpe de Estado perpetrado fundamentalmente por algunos mandos militares.
Mi padre estaba preocupadísimo, su cara reflejaba amargura, hoy creo que sufrió más incluso de lo que demostró, otra vez no repitió varias veces. Tantos recuerdo vendrían a su memoria, eso ya lo había vivido, la historia no podía repetirse y cometer el mismo error.
Mi padre pasó toda la noche pegado a la radio siguiendo los acontecimientos. Él escuchaba siempre la radio en la cama hasta quedar dormido, se acostaba con la radio puesta y mi madre al acostarse, (siempre lo hacía más tarde) la apagaba. Pero esa noche no se corto, mi habitación estaba dentro de la suya y aunque bajito yo escuchaba; también estaba preocupada, si mi padre estaba así era por algo, “No aprendemos fácilmente de las lecciones del pasado, otra vez todo por suelo” dijo profundamente preocupado.
No supe de la gravedad hasta el momento en que el golpe se dio por fracasado y mi padre ya me dijo que todo iría bien gracias a la negativa del rey a apoyar el golpe.
Para mí hoy es día de recordar su cara, un tanto desencajada, y después muy satisfecha. OTRA VEZ NO PODÍA SUCEDER. Esa había sido su angustia, lo que él vivió no lo quería nuevamente para su familia ni para su país. Creo que su respeto hacia la monarquía desde ese día no tuvo discusión, decisiones que hacen que el hombre mire al hombre QUE FUE REY DEL PUEBLO y lo respete por su razón. Sé que mi padre sintió miedo por el futuro de España, por mi futuro, yo no era consciente.
Al cabo de treinta años puede que algunos jóvenes gracias a Dios ni conozcan que paso ese día, yo sí que les conté como se vivió en casa, y como su abuelo sintió moverse el suelo que pisábamos.
Sólo la democracia es capaz de una absoluta libertad, lograr que cada hombre pueda hacer cuanto no esté prohibido por la ley con el respeto como bandera.
4 comentarios:
Ani :me uno a ti para decir ( La libertad consite en poder hacer todo aquello que no cause prejuicio al otro ) Un beso ( cuca )
yo pienso qe tanta liberta nos esta yevando ha un libertinaje no creo en la JUSTICIA porqe no la veo.Cuando siento tantas y tantas noticias tanto asesinos sueltos no ay derecho a matar.cuando era peqeña se podia pasear sin temor de qe nadie tesacara una navaja y ahora no puedes fiarte de nadie qe triste meda verguenza lo qe voy a decir pero asin lo pienso la JUSTICIA=BASURA
Al anterior comentario decirle que quizás antes, el/ella pudiese pasear sin temor de que le sacaran una navaja pero con el temor de que por pensar distinto te fusilaran. Yo prefiero el libertinaje a la masacre de asesinatos en los tiempos que no existía la democracia.
Ana parece qe el anterior comentario de VIVA EL LIBERTINAJE no ha sido de tu agrado pero detodas maneras gracias
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