Literatura de Tradición Oral en Baños de la Encina
EN SEVILLA
En Sevilla un sevillano siete hijas le dio Dios.
Tuvo la mala suerte que ninguna fue varón.
A la más pequeña de todas le llamó la inclinación
ir a servir al rey vestidita de varón.
- No me vayas, hija mía, que te van a conocer,
que tienes el cutis muy blanco, muy blanca la piel.
-Si tengo el cutis muy blanco, madre píntemelo usted,
que con el cutis moreno un varón pareceré.
Siete años peleando y nadie la conoció.
Y al bajar del caballo la espada se me cayó.
Y por decir pecador, pecadora dije yo.
Le quitaron la guerrera y también el pantalón,
Y el rey que lo estuvo viendo de ella se enamoró.
En Sevilla un sevillano siete hijas le dio Dios.
Tuvo la mala suerte que ninguna fue varón.
A la más pequeña de todas le llamó la inclinación
ir a servir al rey vestidita de varón.
- No me vayas, hija mía, que te van a conocer,
que tienes el cutis muy blanco, muy blanca la piel.
-Si tengo el cutis muy blanco, madre píntemelo usted,
que con el cutis moreno un varón pareceré.
Siete años peleando y nadie la conoció.
Y al bajar del caballo la espada se me cayó.
Y por decir pecador, pecadora dije yo.
Le quitaron la guerrera y también el pantalón,
Y el rey que lo estuvo viendo de ella se enamoró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario