Un pueblo pequeño Baños de la Encina. ¿Qué podemos hacer en la noche? Tan fácil y sencillo como sentarse en la terraza de un bar como LA MANSIÓN DEL DUQUE bueno "Rapache´" para entendernos los lugareños. Tomar un tinto de verano tranquilamente, sin prisa. Es viernes y mañana no hay que madrugar. La rondalla "Gente Alegre" está sentada en la terraza del bar y empieza a sonar la bandurria y la guitarra...
Quedarte mirando esa imponente Ermita de Jesús del Llano mientras escuchas como cantan, el sonido de la bandurria es tan peculiar... te lleva a otro tiempo, los críos del pueblo iban a aprender a tocar a Casa de Marcelino Del Moral. Sí, esos chiquillos crecieron y hoy son padres de familia, si embargo la música no envejece, no existe tiempo ni edad, siempre es joven; las canciones de los Panchos, la serenatas bañuscas, todo esto te hace sentir que Baños siempre será Baños. La gente desaparecerá, pero otros ocuparan su lugar y el sonido será el mismo, un lenguaje universal, sin fronteras, la música. Describir que es estar viajando de una canción a otra... He disfrutado esta noche, de lo siempre han sido las noches bañuscas; con guitarra, bandurria, voces graves, armonía y buenas gente reunida.
.
Pasé una noche amena y relajada, ¡nada más, o nada menos! Así es Baños de la Encina y así se lo he contado. Buenas noches.
1 comentario:
Muy bonita la crónica, plástica y con sus palabras se ve el momento y se oyen las canciones.
Gracias
Publicar un comentario