lunes, 22 de junio de 2009

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS


Indudablemente la prueba convincente de que uno ama de veras, es cuando sufre por la persona o por el ideal que ama.
.
El sufrimiento acrisola el amor y lo hace más puro y generoso; no debemos quejarnos de que debamos sacrificarnos por aquellas cosas o personas que amamos.
Si no quieres sufrir, renuncia a amar.
Pero si no amas, ¿me quieres decir para qué quieres vivir?.

.
Ahí tienes tres realidades que, en último término, no son más que una sola: sufrir, amar, vivir.
Cámbialas, si deseas, de orden: vivir, amar, sufrir... o como tú quieras; pero siempre habrá entre ellas una conexión que las vuelve inseparables.
No te fijes tanto en que estás sufriendo; fíjate más bien en que estás viviendo; entonces el sufrimiento tendrá otro sentido y tú cobrarás mayores fuerzas.



Alfonso Milagro

No hay comentarios: